Juan Manuel Morón Gutiérrez, gruista de la nueva LTM 11200- 9.1 de Grúas Aguilar. Las dimensiones del cabrestante dan buena idea de la magnitud de esta grúa. GRÚAS 56 alquiler sevillana, con la que hizo diferentes trabajos no solo en España sino también en Marruecos y Brasil. Posteriormente ha trabajado para una empresa marroquí y, durante los últimos años, en Alemania como gruísta y supervisor de maquinaria en diferen- tes aplicaciones pero sobre todo en el ámbito del sector eólico. A lo largo de su trayectoria ha podido trabajar con grúas móviles de gran calibre, como la Demag AC 1000-9 o la LTM 1500-8.1 de Liebherr (500 toneladas y ocho ejes), así como con grúas de cade- nas como la CC 2800 SL de Demag (660 toneladas). Respecto a todas ellas, Juan Manuel destaca de la nueva LTM 11200-9.1 su diagrama de cargas. "No hay más que ver la robus- tez de su pluma telescópica. Impresiona, la verdad”, indicaba. Antes de iniciar su primer trabajo con la nueva LTM 11200-9.1, este gruísta sevillano ha recibido una completa formación en las instalaciones de Grúas Aguilar por parte de técnicos experimen- tados de Liebherr Ibérica. Además, ha asistido a todo el montaje y desmontaje de las diferentes configuraciones de la grúa para familiarizarse con su nuevo equipo de trabajo. Tras las primeras horas, Juan Manuel hace un balance muy posi- tivo de la facilidad de uso que ofrece este modelo: “Las grúas Liebherr siempre están hechas teniendo en mente al operador”. Evidentemente estar a los mandos de una grúa que puede levan- tar cargas de más de mil toneladas y subir a alturas de más de 100 metros, supone una enorme responsabilidad. “En nuestro tra- bajo tenemos que estar pendientes de todo, no podemos perder la concentración en lo que estamos haciendo. Hay que vigilar lo que hacemos pero también lo que hacen los que están a nuestro alrededor (técnicos, montadores, etc.). Hay que tener en cuenta que este modelo está especialmente diseñado para el sector eólico y en estos trabajos lo que más importa es la precisión. Tienes que ir al milímetro. Y hay factores que también influyen muy notablemente, como la intensidad o la velocidad del viento. No es lo mismo operar a ras de suelo que tener la pluma levan- tada a 100 metros de altura”, añadía Juan Manuel Morón, quien se muestra totalmente preparado para afrontar este nuevo y apasionante desafío. A la espera de ver cómo se desenvuelve la nueva LTM 11200- 9.1, Luis Aguilar anuncia que la compañía no se detiene con esta última inversión, y que su idea es adquirir nuevas grúas en los próximos meses para seguir ampliando el negocio, especialmente en el sector eólico.•