INFRAESTRUCTURAS 44 Arpho destaca la importancia de la conservación de estructuras del patrimonio construido La Asociación de reparación, refuerzo y protección del hormigón, Arpho, destaca la necesidad de establecer y ejecutar planes de conservación de las estructuras especialmente susceptibles de riesgo en caso de fallo de un elemento. El hormigón es el material de construcción más usado del mundo pero, al igual que otros materiales, está expuesto a procesos patológicos, daños y factores diversos de deterioro, que requieren de actuaciones de inspección, reparación, refuerzo y protección. Asociación de Reparación, Refuerzo y Protección del Hormigón (Arpho) Araíz de hechos recientes, como el desplome del puente de Génova, o el hundimiento del paseo en Vigo, desde la Asociación de reparación, refuerzo y protección del hor- migón, Arpho, se recuerda la importancia de la conservación de estructuras. Desgraciadamente, los desastres mencionados ocurridos reciente- mente no son una novedad, sino que forman parte de una tendencia relativamente extendida debida, por un lado, a la falta de una con- servación adecuada y, por otro, a la intervención de personas y equipos no especializados en operaciones de reparación y refuerzo. Como cualquier otro material, sea cual sea su uso, el hormigón está expuesto a deterioros por el uso, a accidentes, a cambios de aplica- ción e incluso a procesos patológicos debidos a circunstancias muy concretas. Aunque algunos problemas y deterioros sí muestran una pato- logía evidente (como desconchamientos, grietas y otros signos visibles), muchos otros son difícilmente identificables por un ojo no especializado, hasta que la intervención requiere de recursos extraordinarios. En cualquier tipo de construcción, a lo largo de toda su vida útil es necesario llevar a cabo acciones de inspección, mantenimiento y conservación. Esta afirmación es general y aplicable no solo a ele- mentos y estructuras singulares (como en el caso de las carreteras puedan ser los puentes, viaductos, túneles, etc.), sino al resto de los elementos constitutivos del patrimonio construido (como en el mismo ejemplo de las carreteras son los firmes, señalización hori- zontal y vertical, elementos de contención, balizamiento...). Estas acciones de mantenimiento cobran especial importancia en las estructuras que soportan otros elementos, sean un puente de carretera o ferrocarril, el dique de una presa que contiene el agua, un paseo marítimo o la estructura de un edificio de viviendas o de cualquier otro tipo, que sostiene todo lo que hay en su interior. Dichas tareas también se aplican a cualquier tipo de material (pie- dra, hormigón armado, acero, madera, ....), independientemente de su fecha de construcción.