68<< LA CAÍDA DE LA INVERSIÓN EN ESPAÑA DUPLICA EN DIEZ AÑOS EL NEGOCIO DE LAS GRANDES INGENIERÍAS EN EL EXTERIOR Las grandes empresas de ingeniería en España han acelerado desde 2007 su internacionalización ante la caída de inversión en nuestro país por parte de las Administraciones. En concreto, si entonces gran parte de ellas tenían el 40% de su negocio en los mercados internacionales, en la actualidad éste representa el 90%, tal como señala el Foro para la Ingeniería de Excelencia (Fidex), que agrupa a las once principales ingenierías españolas y que ha celebrado recientemente en Madrid la jornada ‘Colocando la ingeniería en el puzzle mundial’. Esta situación contrasta con las grandes ingenierías mundiales, que siguen facturando más de un 60% en sus propios mercados, lo que les permite mantener sus centros de conocimiento y base tecnológica en sus países, reunir las necesarias referencias locales para acreditarse en el exterior y evitar así los riesgos de deslocalización. A la mencionada situación en España se ha llegado por una caída abrupta de la inversión pública en infraestructuras, ya que en 2016 el importe total licitado fue de 439 millones de euros en servicios de inge- niería, un 83% menos que en 2007, cuando superó los 2.600 millones. No obstante, algunas partidas empiezan poco a poco a recuperarse, como la del Ministerio de Fomento, que en 2016 licitó ingeniería por valor de 216 millones de euros, la mejor cifra de la década en curso. La facturación en mercados internacionales ha pasado del 40 al 90% desde 2007. A todo ello hay que sumar las continuas subastas en las contra- taciones, adjudicando al más barato y dando lugar a un mercado de ingeniería low cost, al que la recién aprobada Ley de Contratos del Sector Público va a poner n, gracias a que invierte la relación de fuerzas entre los criterios de precio y calidad en bene cio del segundo. Este nuevo marco legal debería permitir a las ingenierías españolas competir en técnica y nivel de servicio como se hace en los países más desarrollados. Diseñar el mejor escenario internacional La caída inversora en España tiene otras implicaciones en la acti- vidad internacional de las ingenierías. En concreto, para optar a concursos en otros países, las empresas necesitan presentar trabajos recientes. Hasta hace unos años, las ingenierías espa- ñolas han vivido de las referencias de proyectos hechos en España hace más de diez años, que se quedan ya obsoletas y es necesario revalidar, pero para ello debe reactivarse la inversión pública en infraestructuras. Esta no es la única di cultad con la que se encuentran las ingenie- rías privadas. Precisamente, y tal como recuerda Fidex, es necesario rmar acuerdos de ‘no doble imposición’ con países estratégicos (con aquellos con los que aún no haya) y mejorar algunos de los existentes y vigilar la correcta aplicación de los mismos. Un ejemplo paradigmático en este sentido es Perú. Ante la falta de convenio, si una ingeniería hace un trabajo en su central en España para un proyecto en aquel país, el gobierno peruano se queda con el 15% de lo facturado en concepto de ‘impuestos’ a la importación de servicios profesionales desde España. Un porcentaje a todas luces poco razonable y que resta competitividad a las ingenierías. Y si la situación fuera la inversa, con un trabajo desarrollado en Perú para un proyecto en España, el gobierno español no “se quedaría” con nada sin embargo. INGENIERÍA