Como nuevo presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas e Ingenieros Civiles (CITOPIC), ¿está me- jorando la situación de estos profesionales en España en los últimos meses? ¿Hay mayor actividad en nuestro país? ¿Se ha detenido la “sangría” de ingenieros que tienen que marcharse a otros países para poder trabajar? Hay algunos indicadores que nos dicen que la situación empieza a mejorar. Lo vemos, por ejemplo en los visados del Colegio, que han ido aumentando en este año. El momento más duro de la crisis parece haber pasado, pero de ahí a decir que está todo superado, hay una gran diferencia. Yo creo que sí que se van a demandar más ingenieros civiles en España. Al Colegio ya llegan más ofertas de empleo que en años atrás, incluso hay que decir que alguna plaza se ha quedado desierta por pedir per les muy especí cos, como el de especialista en BIM. En lo que respecta a la sangría de ingenieros a la que usted se re ere, yo diría que va a ser inevitable que sigan habiendo compañe- ros que busquen una oportunidad fuera de nuestras fronteras. Pero yo soy de los que piensan que el ingeniero tiene que reinventarse y adaptarse a otro tipo de actividades. ¿Disponen de datos para saber cuántos ingenieros espa- ñoles han tenido que emigrar en los últimos diez años? ¿Cuáles han sido sus principales destinos? No tenemos datos exactos de los ingenieros que se han ido. Sí que sabemos que muchos colegiados nos han consultado qué trámites tienen que hacer para salir al extranjero, y algunos nos han contado sus experiencias en jornadas que hemos organizado en el Colegio en torno a la internacionalización. En cuanto a los destinos más elegidos, muchos ingenieros españoles están desarrollando proyectos en Chile, véase la colosal obra del Canal de Panamá; en Colombia, donde se están realizando carreteras en todo el país, en Perú, donde el gobierno está invirtiendo en obras hidráulicas; sabemos que hay colegiados trabajando también en China, Japón, Polonia... ¿Es sencilla su ‘repatriación’? ¿Recuperaremos fácilmen- te todo este ‘talento’ que ha emigrado durante los últimos años? De momento hay poca gente que haya vuelto. De hecho aún sigue saliendo gente fuera a trabajar. A nivel personal pienso que es un drama que se esté produciendo esta “fuga de cerebros”, pero teniendo en cuenta que en España la construcción de grandes obras civiles ya no va a alcanzar los niveles de hace años, los procesos de repatriación serán complejos. No es fácil dar marcha atrás una vez que un inge- niero ha optado por irse a trabajar al extranjero o las circunstancias le han conducido a tener que hacerlo. ¿Depende únicamente este regreso de un incremento de la actividad de Obras Públicas en España? ¿También es ne- cesaria una mayor apuesta por la I+D? ¿Quizás también un mayor reconocimiento de la gura del ingeniero? De momento no ha aumentado (al menos no de manera relevante) la obra pública en España ni las inversiones en I+D+i. Es más un deseo que una realidad. Falta también una apuesta por la inversión en proyectos de investigación. No obstante, eso no quita que el nivel de la Ingeniería Civil española sea muy reconocido, tanto a nivel de empresas como de profesionales. Nuestros ingenieros están muy bien considerados en el exterior. En cualquier caso, hay que diferenciar el que las empresas se tengan que internacionalizar, a que haya que lanzar a los jóvenes al exterior porque aquí no hay posibilidades de encontrar oportunidades en nuestro país. “De momento no ha aumentado la obra pública en España ni las inversiones en I+D+i. Es más un deseo que una realidad. Falta también una apuesta por la inversión en proyectos de investigación” ¿Aprecia que esta crisis ha provocado un menor interés por parte de nuestros jóvenes a la hora de estudiar la carrera de ingeniería civil? Indudablemente. Ha disminuido el nivel de matriculaciones, no solo en nuestra ingeniería sino en el sector en general y empieza a fal- tar gente formada en el ámbito de la construcción. Se ha lanzado mensajes negativos en torno a un sector tan necesario como el de la construcción y esto ha generado una baja predisposición a estudiar nuestras carreras. Cuando el sector vuelva a repuntar no vamos a tener ingenieros su cientes ni estarán actualizados los que se han salido del mercado. Intentando buscar siempre el lado positivo de las cosas... ¿en qué medida ha mejorado la salida de todos estos inge- nieros la imagen de la ‘Marca España’ en el exterior? Como mencionábamos anteriormente, los ingenieros españoles están bien valorados en el exterior, sobre todo porque las grandes cons- tructoras españolas están liderando grandes obras, y nos consta que compañeros que han salido al exterior están en puestos de responsa- bilidad. Eso, indudablemente, tiene que reforzar la ‘Marca España’. Como anécdota en este sentido, hace unos meses en una jornada en >>23 ENTREVISTA