Por el contrario, el consumo de cemento en obra civil ha perdido presencia, pasando del 64% en el primer trimestre de 2015 al 58% en el mismo periodo de 2016. “La práctica paralización de la obra pública ha supuesto un descalabro en nuestras pre- visiones para el cierre del año”, explicaba Jaime Ruiz de Haro, presidente de Oficemen, quien añadía que “al cierre de 2015 preveíamos un escenario con leves crecimientos de la edificación y crecimiento cero en la obra pública, que nos hacían esperar un crecimiento anual del consumo de cemento en torno a un 7%. Desgraciadamente, son elevadísimos los proyectos licitados y presupuestados que no se están ejecutando, por lo que a fecha de hoy, creemos que el año se cerrará de nuevo con una caída cercana al 3%”. Según los datos aportados por Oficemen, el consumo de cemento en obra civil acumula desde el inicio de la crisis una caída del 77,5%, alcanzando ya mínimos históricos. De hecho, habría que remontarse a registros de 1965 para localizar volúme- nes de consumo doméstico similares, año en el que la población española era evidentemente muy inferior a la actual. Déficit en infraestructuras Desde esta Agrupación se apunta claramente a la caída de inversión en infraestructuras como el principal factor que ha llevado al sector a esta situación. La paralización de la obra pública, se señala desde Oficemen, está provocando que en España se esté reduciendo por primera vez en su historia el stock de capital público, un indicador económico que había crecido desde 1960 de manera ininterrumpida. Jaime Ruiz de Haro cuantifica esta perdida de capital en infraes- tructuras durante los tres últimos años en un volumen cercano a los 10.000 millones de euros, asegurando que actualmente se está invirtiendo en nuestro país la mitad de lo que sería necesario para mantener este capital público. El stock de capital público se calcula a partir de la acumulación de inversiones pasadas, descontando la pérdida de eficiencia debida a su depreciación. En anteriores periodos de crisis, como los vividos a finales de los setenta y principios de los noventa, se ralentizó el crecimiento del capital público, pero nunca se había producido una reducción del capital como la actual, provocada por la ausencia de mantenimiento de la tasa de reposición de infraestructuras. Comparación de la evolución trimestral del consumo de cemento por destinos finales y Oficemen. En palabras del presidente de Oficemen, “esta situación puede acarrear graves consecuencias para el conjunto de nuestra sociedad, ya que pone claramente en peligro la productividad, el crecimiento y, en definitiva, el futuro de España. Sin duda alguna, si no cambia esta tendencia, vamos a dejar en herencia a las próximas generaciones un país más empobrecido y con menos activos”. Descenso en el consumo de áridos El sector de los áridos está siguiendo una evolución muy similar a la del cemento, como reconocía Manuel Casado, presidente de la Asociación de Fabricantes de Áridos de Madrid (AFA). A pesar del ligero crecimiento experimentado en el consumo de este material durante el año 2015 (+4,8%), la caída acumulada desde el año 2006 se acerca al 80%. La media de consumo de áridos en España es de 2,02 toneladas / habitante / año, una cifra muy inferior a la media europea (4,9 toneladas / habitante / año) y más propia de países subdesarrollados del tercer mundo que de una economía occidental integrada en la UE. En este sentido, Manuel Casado defendió la imagen del sector, “una industria formada por una inmensa mayoría de pymes que generan empleo estable y de calidad, así como riqueza para todos los ciudadanos”, y abogó por una obra pública que abandone “los proyectos faraónicos y se oriente hacia infraes- tructuras socialmente más necesarias”. Comparación del destino final del consumo de cemento en 2016 y 2015. Situación del sector 27