Nuevas instalaciones de BYGPlus+ en Córdoba La empresa Mopvalsur, franquiciada de BYG como BYGPlus+ Córdoba, acaba de trasladarse a unas nuevas instalaciones en el Polígono de Las Quemadas, en Córdoba. Gracias al esfuerzo comercial de los últimos meses han podido completar esta gran mejora que supone disponer ahora de más de 300 m2 de almacén y de una ubicación cercana y estratégicamente situada que beneficiará a todos sus clientes. Mopvalsur lleva años asentada en Córdoba y dedi- cada a la distribución y venta de recambios para maquinaria de obra pública. Mopvalsur se especia- liza sobre todo en los recambios para maquinaria Volvo, Caterpillar y JCB, cuchillas, motor, etc. Imprefil desarrolla un nuevo plan de expansión a cinco años Imprefil, referente en el sector de los componentes térmicos y de filtración para los mercados industriales y de automoción, se plantea el 2016 anunciando un nuevo plan de expansión de la compañía. Conscientes de que en el contexto actual del mer- cado hay que innovar para continuar siendo líderes, Imprefil ha puesto en marcha un plan de expansión a cinco años que tiene como objetivos incrementar las líneas de negocio y conseguir una mayor penetración en todos los mercados. Entre las líneas básicas del nuevo plan de expansión de Imprefil, podemos destacar las siguientes: liberar algo más el crédito; aumentar de forma sostenible el número de clientes que compran al año; incorporar nuevos productos relacionados con la actividad; y atender mercados en otros países. Editorial Tijera, tijera y más tijera Una de las últimas decisiones del Consejo de Ministros en funciones, antes del fin de la legislatura, ha sido la aprobación de la no disponibilidad de crédito en los Presupuestos Generales del Estado de 2016 por importe de 2.000 millones de euros, para garantizar el cumplimiento de los compromisos de consolidación fiscal con la Unión Europea. El recorte tiene la finalidad de reducir el déficit público, que acabó en 2015 en el 5%, por encima del 4,2% comprometido, y cumplir con el 3,6% de este año. Pues bien, de esos 2.000 millones de ajuste en los gastos en los ministerios, ¿a qué no adivinan cuál es el mayor damnificado? ¡Bingo!, el Ministerio de Fomento, con casi 600 millones de euros. Permítanme la comparación pero a uno, al conocer la noticia, no se le va de la cabeza la imagen de ese Luisma (personaje de la serie televisiva ‘Aida’) cuando decía aquello de “Claro, como el Luisma es tonto...”). No, no puede ser que cada vez que haya que ajustar los presupuestos, las inversiones en infraestructuras sean siempre las grandes perjudicadas, y que aquí no pase nada. Evidentemente, no es cuestión de irse a la Puerta del Sol y montar otro 15-M, pero sí que habría que mostrar algo más de resistencia y hacer ver a todos aquellos que toman parte en estas decisiones que estos recortes también suponen sufrimiento, que hay muchos puestos de trabajo que dependen de estas inversiones, y que las infraestructuras son elementos fundamentales para el progreso de un país. La alternativa no es recortar pensiones o prestaciones de desempleo pero seguro que hay otros gastos administrativos en los que se puede meter la tijera y que no se hace por motivos puramente electoralistas. No señores gobernantes, por decreto el Ministerio de Fomento no tiene por qué ser siempre el principal objeto de sus tijeretazos. Este nuevo recorte ha venido además acompañado por la noticia de que la licitación de obra pública ha descendido casi un 20% en el primer trimestre de este año, manteniendo así la tendencia a la baja con la que cerró el 2015. Esto se debe, según señala la patronal de grandes constructoras Seopan, al desplome de la promoción de nuevas obras en las líneas del AVE y al menor número de nuevos proyectos regionales y locales. La parálisis de gobierno, con más de seis meses que va a estar este país sin Ejecutivo, está afectando claramente a este tipo de inversiones. Mal camino llevamos si, después de la brutal crisis que hemos sufrido, en lugar de aumen- tar las inversiones en infraestructuras, las reducimos. Conviene recordar aquí una de las conclusiones del estudio elaborado recientemente por la consultora A.T. Kearney y por Seopan, que señalaba que España necesita un plan de inversión sostenida en infraestruc- turas a diez años de entre 38.000 y 54.000 millones de euros anuales para evitar pérdida de competitividad y de bienestar social. Un plan que además permitiría generar de 500.000 a 750.000 empleos anuales y actividad económica por valor de hasta un billón de euros. Desde luego, este estudio no parece estar como libro de cabecera de nuestros gobernantes. Pero bueno, por fortuna también hay buenas noticias para el sector y la mayoría de ellas han tenido su epicentro en la Bauma 2016. Una edición fantástica a todos los niveles, con unos registros que han batido todos los récords: 580.000 visitantes, 3.423 expositores y una superficie expositora de 605.000 m2. Visitando esta feria, con los pasillos y los stands inundados de gente, uno regresa a España hinchado de optimismo, sensación que esperemos que no se pase rápidamente. Es realmente impresionante asistir a una feria como Bauma. Además, este año la presencia española ha sido más que notable, tanto en expositores, con casi 90 empresas españolas afianzando en Bauma su vocación de exportación, como en visitantes, con numerosos profesionales viajando a Múnich para conocer las últimas novedades del sector. Confiemos en que la intención de muchas de estas empresas de renovar y aumentar sus flotas de maquinaria, para con ello incorporar las últimas tecnologías y ser más compe- titivos, se imponga a la tendencia administrativa que se aprecia cada vez más en España de recortar las inversiones siempre por el mismo lado. Aunque sea sin ayudas, este sector tirará para adelante, seguro.• Actualidad 5