49 MINERIA opositoras y "grupos fundamentalistas" contrarios al des- arrollo de la minería en nuestro país. “Las materias pri- mas son fundamentales para el desarrollo de la sociedad moderna”, afirmaba Juan José Cerezuela. Una clara apuesta por la sostenibilidad El futuro de la industria minera pasa por el concepto de ‘sostenibilidad’, buscando el equilibrio perfecto entre sus tres vertientes: social, económica y social. Es evidente que las materias primas han sido claves en el progreso de la humanidad desde sus inicios y que seguirán siendo fundamentales a la hora de afrontar los futuros grandes retos de la sociedad: aumento de la población (9.000 mi- llones de personas en 2050), emigración cada vez mayor a las ciudades... Está comprobado que cuando aumenta el nivel de vida de una sociedad, se produce un crecimiento dramático del consumo de materias primas. Si a esto le sumamos el propio crecimiento demográfico que estamos experi- mentando, es evidente que de cara al futuro es necesario incrementar la oferta de recursos naturales. Desde luego, el reciclaje, a pesar del boom que ha vivido durante los últimos años, será insuficiente para poder cubrir todas esas necesidades, por lo que la solución pasa claramente por favorecer la explotación de la minería. La Unión Europea, como reconocía el presidente de Con- fedem, sufre un importante déficit de materias primas de origen autóctono, lo que le hace tener una fuerte de- pendencia de terceros países y, por ende, enfrentarse a una debilidad competitiva. Por ello, desde el año 2008 la administración europea viene siguiendo una línea estra- tégica encaminada a lograr tres claros objetivos: garanti- zar un suministro justo y sostenible procedente de los mercados mundiales, promover el uso eficiente de los recursos y aumentar el reciclado, y garantizar un sumi- nistro sostenible dentro de la propia UE. Una vez avan- zado en los dos primeros, ahora es el turno del tercero, favoreciendo para ello la explotación de los propios re- cursos naturales. Situación de la minería en España Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la minería en España para su desarrollo es la complejidad burocrática a la que tiene que enfrentarse para poder iniciar la actividad en cualquier explotación. A pesar de que la Constitución Española establece que el Estado tiene la Juan José Cerezuela, presidente de Confedem. competencia exclusiva sobre las bases del régimen de mi- nería, a lo largo de los años se han ido transfiriendo las competencias en esta materia a las diferentes CC AA, de tal forma que a día de hoy existe “una atomización de nor- mativas autonómicas diferentes que aumenta los costes y los plazos, creando desánimo en los inversores y la pér- dida de oportunidades para crear crecimiento económico y empleo”, como afirmaba el presidente de Confedem. A ello hay que añadir que en muchas ocasiones desde la propia Administración se han aplicado con exceso de celo políticas medioambientales que iban en contra del des- arrollo minero, a pesar de haberse demostrado el carácter sostenible de esos proyectos. De hecho en muchas pla- nificaciones urbanísticas y medioambientales, nunca se tienen en cuenta los yacimientos de materias primas, es- tando la actividad minera cada vez más desalojada de su espacio de ejercicio natural. A nivel sectorial, la minería en España ha sufrido con la crisis económica un gran parón, que tiene su reflejo tanto en producción como en ventas y empleo. En 2011 la ac- tividad del sector en España bajó un 5% respecto al año panorama