36 ÁRIDOS A la caída de actividad, el sector de áridos suma otro grave problema: la progresiva reducción del precio del producto. Según la FdA, este descenso está entre un 25% y un 40% respecto al año 2007, un año en el que España ya manejaba tarifas de las más bajas de Europa. Por tanto, si el volumen de negocio del sector se ha que- dado en un 15-20% de lo que había hace seis años y el número de actores que participan en él apenas se ha re- ducido un 20%, esto lleva, inevitablemente, a una situa- ción en la que muchas de las empresas están trabajando en niveles negativos de rentabilidad. Un aspecto que ha aliviado algo la tesorería de algunas em- presas es el Plan de Pago a Proveedores puesto en mar- cha por el Gobierno, aunque no ha sido la panacea, como reconoce César Luaces. “Este Plan ha permitido pagar a los contratistas principales, por lo que, tarde o temprano, ese dinero termina por llegar a las empresas. El problema viene ahora por el alargamiento que se está produciendo en los plazos de pago del contratista principal a sus prove- edores, que ronda hoy los 220-240 días, sobrepasando in- cluso en algunos casos los 400 días. Desgraciadamente, no se está trasladando esta liquidez a toda la cadena de suministradores y contratistas, lo que lleva a un escenario muy negativo”. Vías de solución La mejora de la situación que atraviesa el sector pasa, según reconoce César Luaces, por aplicar la reestructura- ción que ya se planteó en el Plan Estratégico 2012-2025 del Imagen de la última Asamblea General de Anefa, celebrada en Madrid. Sector de los Áridos presentado en el III Congreso Nacional de Áridos en octubre de 2012. “Muchas empresas deben concienciarse de que a base de aguantar no van a sobrevi- vir, por lo que deberían empezar a aplicar alianzas estraté- gicas, procesos de compra, fusiones, etc., dentro del marco establecido por la legalidad vigente. Esto combinado con acciones que acaben con la competencia desleal que se- guimos sufriendo, con una normalización de la situación fi- nanciera de los bancos que facilite el acceso al crédito y con un recorte en los plazos de pago, estamos convencidos de que permitirá devolver al sector a unos niveles razona- bles de actividad”, añade el director general de la FdA. A diferencia de otros sectores, en el mundo de los áridos esta competencia desleal no viene de otros países, sino que está arraigada en su propia estructura interna. “El árido es un producto de suministro prácticamente local y teniendo en cuenta los precios y los plazos de pago que se manejan actualmente en nuestro mercado, es eviden- te que no resulta atractivo para los importadores. Por tanto, esta competencia desleal es un problema nacional, motivado por el intento de algunas empresas marginales de sacar dinero de donde no lo hay, saltándose las auto- rizaciones necesarias y evitando la presión fiscal y me- dioambiental, e incumpliendo la legislación vigente. De todas formas, este problema no es exclusivo de nuestro sector, no hay más que ver en los medios de comunica- ción cómo está aumentando año tras año la economía su- mergida. Nuestra opinión es que las empresas que no sean viables no deben sumergirse en la cara B de la eco- panorama