32 ENTREVISTA Los cementos fabricados en España poseen una gran calidad y alto valor añadido. Y dentro del marco general, ¿en qué sector tienen puestas mayores expectativas de recuperación: edificación residencial, no residencial u obra públi- ca/civil? El primer paso para que pueda recuperarse cualquiera de estos subsectores es que vuelva a fluir el crédito, lo que a su vez activaría otras variables como el empleo, el con- sumo y la vivienda. Todo ello redundaría, finalmente, en una recuperación de la inversión pública. Ahora que habla de la inversión pública, lo cierto es que en los últimos años, la dotación de los Presu- puestos Generales del Estado para la inversión en in- fraestructuras no ha parado de bajar (-8,6% en 2014, -13,5% en 2013, -28,1% en 2012 y -35,1% en 2011). ¿Puede permitirse realmente España esta tendencia? Desde Oficemen no nos cansamos de repetir que, de continuar con esta tendencia, nuestras infraestructuras perderán el tren de nuestros vecinos europeos y con ellas, el conjunto de la industria. El Programa de Estabili- dad del Reino de España para el periodo 2013-2016 pro- longa la restricción de la inversión pública, estimándose un volumen medio de licitación anual de entre 4.000 y “En nuestro país –aeropuertos sin aviones al margen- hay un buen número de infraestructuras que están lejos de las mejores prácticas europeas” 5.000 M€, una quinta parte del volumen licitado en el año 2010. Este plan ha situado la inversión pública en su vo- lumen histórico menor y nos separará definitivamente de nuestros socios europeos que en los próximos años se- guirán aumentando la inversión a buen ritmo. Por todo lo que Ud. ha señalado en esta entrevista, parece evidente que no puede haber recuperación en España sin tener en cuenta a la construcción. ¿No es así? Efectivamente. Aunque en los años de crisis se ha exten- dido entre la opinión pública, la creencia de que en Espa- ña se ha construido en exceso y ya no queda nada por hacer, esta afirmación, no por repetida, ha pasado a ser cierta. Lo cierto es que la inversión pública española en las dos últimas décadas dista mucho de ser anormal ya que se situó en valores similares en relación al PIB a los de Luxemburgo, Holanda, Francia o Suecia. Lo que sí po- dríamos calificar de anormal es la situación vivida desde 2009, que ha situado la inversión pública en el mínimo histórico de la base estadística (desde 1964) con un 1,3% del PIB. ¿No es injusto culpar a este sector de los grandes males del país? En nuestro país –aeropuertos sin aviones al margen- hay un buen número de infraestructuras que están lejos de las mejores prácticas europeas. Son las ‘infraestructuras discretas’ entre las que podemos incluir la eliminación de los cuellos de botella en los accesos a las grandes ciuda- des, la supresión de trazados antiguos en nuestras carre- teras, las conexiones ferroviarias con Europa, las redes de saneamiento y estaciones de depuración de poblacio- nes pequeñas y medianas, el abastecimiento hidráulico de zonas áridas de España, las mejoras en las redes lo- gísticas... todas ellas imprescindibles para el correcto desarrollo económico e industrial de cualquier país. I panorama