46 ENTREVISTA De todas formas, no desdeñamos ninguna parte del mundo. También estamos trabajando en el sudeste asiático, en China, en India, en Rusia... Hay que aprovechar todas las oportunidades que nos ofrece el mercado internacional. Por lo que comenta, uno de los principales destinos de nuestras empresas es Sudamérica. Imagino que por temas idiomáticos, por afinidad cultural... Sí, por los factores que Ud. comenta y porque no hay que olvidar que son mercados que están desarrollándose a un gran ritmo y que ofrecen grandes oportunidades para nues- tras empresas. De todas formas, hay notables diferencias entre esos países. No es lo mismo Chile que Brasil, por ejemplo. En Brasil los aranceles son altos, la competencia es mayor porque hay más fabricación local... ¿Qué imagen se tiene en el exterior del producto es- pañol? ¿Se favorece con nuestras máquinas el impul- so de la Marca España? Nuestros productos se han ganado una buena considera- ción. Nuestras empresas venden calidad, flexibilidad... y todo ello a un precio competitivo. Se ha conseguido crear en este sector una imagen positiva del producto español y creemos que la contribución de Anmopyc en ello, desde su fundación en 1982, ha sido importante. En estos más de 30 años hemos trabajado intensamente para promo- cionar las ventas de nuestros productos en el exterior, lo que se ha visto potenciado aún más, sobre todo desde el año 2007, por el interés de las empresas por aumentar sus exportaciones. ¿Esa imagen de la máquina española ya es similar a la que se tiene de otros productos, como por ejemplo los alemanes? Obviamente competir con el ‘Made in Germany’ no es sencillo. El producto alemán siempre ha sido valorado en el mercado como el de mayor calidad en nuestro sector, pero no es menos cierto que el producto español ya puede competir perfectamente con aquél por calidad, fle- xibilidad, servicio... Tenemos fabricantes en España que trabajan muy bien y que no tienen nada que envidiar a los alemanes. ¿Cuáles son las principales dificultades a las que se enfrenta hoy un fabricante español a la hora de salir al exterior? Varían en función de la tipología de la empresa pero, a nivel general, podríamos destacar la competencia que encuen- tran en esos países, la falta de financiación y otras dificul- tades más técnicas relacionadas con los aranceles, las nor- mativas locales, etc. ¿Considera una buena solución, para hacer frente a esas dificultades, la estrategia de la deslocalización productiva? En esto tampoco hay una verdad universal. Obviamente hay mercados en los que si no estás implantado localmen- te es prácticamente imposible trabajar en ellos, como puede ser el mercado chino. ¿Y en Brasil? En el caso concreto de este país se habla mucho de los aranceles que ha establecido y que en algunos casos su- peran el 70%, pero también hay que considerar que fabri- car allí es más caro que fabricar en España. La mano de obra cualificada es cara, las materias primas son caras... Fabricar en Brasil no quiere decir que vayas a reducir los costes de producción. Además, si quieres deslocalizar la producción hay que controlarla para mantener la misma ca- lidad, y eso también supone un coste. Por tanto, yo no diría que la deslocalización de las fábricas implica automáticamente ser más competitivo en el mer- cado. Depende de cada empresa, de su actividad, del mer- cado que se ataca... En algunos casos puede ser una estrategia interesante porque evitas aranceles, costes de transporte, etc., pero en otras ocasiones puede resultar panorama