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68 ALUMINIO Las series ALG 65 óptima y ALG 75 máxima, de Alugom, han conseguido clasificarse en diferentes grados antiefracción ALG, la serie más segura de Alugom La normativa europea UNE EN1627 especifica los requisitos y sistemas de clasificación para las características de resistencia antiefracción de puertas peatonales y ventanas. Dicha norma define la resistencia a la efracción como la capacidad de un producto para “resistir intentos de entrada forzada utilizando la fuerza física, con la ayuda de herramientas predefinidas” en una sala o área protegida. El riesgo de robo está vinculado tanto al tiempo limitado del que “dispone” el intruso para intentar entrar en la vivienda como al nivel de resistencia encontrado durante el ataque. La normativa mencionada clasifica las ventanas en 6 clases de resistencia, entendidas como el nivel de resistencia que ofrece el producto contra los intentos de efracción, y que se corresponden con los métodos habituales de ataque empleados por los ladrones. Las ventanas clasificadas en alguna de las clases nos protegen de la intrusión en distinto grado. Después de diferentes ensayos, Alugom ha comprobado la elevada seguridad antirrobo de sus series practicables. Para que un producto se clasifique en alguna de las clases de resistencia contempladas en la norma UNE EN 1627, debe clasificar igual en cada una de las normas que especifican los métodos de ensayos a los que debe ser sometido el producto. La norma UNE EN 1628 especifica un método de ensayo para la determinación de la resistencia a la carga estática del producto. Se aplican cargas mediante martillo hidráulico en diferentes puntos del producto (principalmente puntos de cierre) y se mide la deformación que Tan importante como la protección frente a las inclemencias meteorológicas, las variaciones térmicas, el ruido o la incidencia del sol es la seguridad frente a los intentos de intrusión. La sensación de protección es parte integrante del confort del usuario del inmueble. Por ello, Alugom destaca que las ventanas deben diseñarse no solo pensando en su sostenibilidad sino también en la seguridad frente robos que ofrecen. sufre. La fuerza de la carga varía de 1.5 a 15 kN (en función de la clase de resistencia del producto y punto de carga). Las diferentes mediciones se usan para evaluar la resistencia frente a la carga aplicada, estableciendo un nivel aceptable de deformación del producto por encima del cual resulta vulnerable. La norma UNE-En 1629 especifica un método de ensayo para la determinación de la resistencia a la carga dinámica del producto. El método de ensayo consiste en proyectar un péndulo que impacta sobre el pro-

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