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METODOLOGÍAS DE TRABAJO El número de empresas que cambian su filosofía de gestión, hacia una cultura de mejora de sus procesos productivos crece día a día. 92 modelos organizativos y, en definitiva, evolucionar hacia paradigmas más eficientes, donde no se primase solo la inversión sino los resultados obtenidos por esta e, incluso, que esta forma de trabajar se convirtiese en un objetivo, en uno de los ejes prioritarios de su desarrollo durante este año. ¿Cuál es, entonces, el paisaje empresarial de nuestro sector en la actualidad? Hoy el número de empresas de gran tamaño y tamaño medio ha cambiado mucho, contamos con muchas más de cinco empresas que sobresalen por tamaño, servicio y calidad y el sector está muchísimo menos atomizado. Por otro lado, hay muchas más empresas que han cambiado su filosofía de gestión hacia una cultura de adicción a la mejora, a formas renovadas de fabricar y hacer negocio, que trabajan cada día en continuar reduciendo sus costos productivos; empresas que disponen de un gran equipo formado y con el coraje y la capacidad suficiente para tomar decisiones efectivas y rápidas ante cualquier situación, que se han convertido en referente en el sector, y que están siendo motores y arrastrando a otras a intentar hacer lo mismo. Empresas que crecen cada año y que incluso ante acontecimientos inestables de crisis saben ver y aprovechar las oportunidades. Por consiguiente, hoy después de casi dos década me atrevo a decir bien alto que nos encontramos con un sector muchísimo más profesional, cualificado, con mayor capacidad de reacción a los cambios, un sector entrenado, con mayor músculo, con muchas más empresas trabajando cada día para ser más competitivas, más productivas, flexibles y modernas respecto a sus procesos de gestión y equipos, que desarrollan cada día la creatividad creando sus propias estrategias para reducir sus costos, permitiendo conseguir resultados efectivos y rentabilidad que hoy evidencian con éxito la solidez de su modelo de gestión. Empresas reconocidas en el sector por su buen hacer, que cuando lean esta entrevista se reconocerán. Sabrán que estamos hablando de ellas. Pero todavía hay mucho por hacer en cuanto a implantación de herramientas básicas y sencillas, estrategias, responsabilidades y definición de metas, entre otras cosas. ¿Cuáles son las principales mejoras que necesita una fábrica que pide vuestro asesoramiento para incrementar u optimizar su productividad? Voy a detallar por orden de importancia las mejoras que considero pueden ser prioritarias en las empresas, que poco tienen que ver con inversiones, y que deberíamos interiorizar en nuestro ADN. • La primera es un cambio de actitud, querer cambiar, estar dispuesto a cuestionar lo aprendido y realizado hasta hoy. Debemos ser valientes para intentar hacer las cosas de otra forma, dejar las justificaciones de lado y transmitir esto a toda la empresa. • La segunda, también muy importante, es que las personas tengan claras sus responsabilidades. Todavía hoy llegamos a muchas empresas y nos topamos con este problema, lo que genera falta de compromiso y desmotivación. Hay que trabajar en focalizar a las personas en sus responsabilidades y funciones. Esto, que en la teoría parece básico, si no queda claro genera que haya empresas con empleados que ponen excusas para no asumir responsabilidades y, por consiguiente, ni toman decisiones ni actúan. • La tercera es tener clara la meta diaria (objetivos a conseguir). La empresa tiene que saber en qué liga quiere jugar, si en primera, en segunda o en tercera división, si quiere ser un referente para sus clientes en la relación calidad/servicio/precio mediante la mejora continua con menos inventarios, inversiones e, incluso, personal que su competencia, o simplemente mantener su nivel de actividad. • La cuarta, implantar un buen proceso de planificación, porque sin ello nada funciona. Planificar no es pasar pedidos a producción. Quienes me conocen saben que para mí la planificación es el corazón de la fábrica. • La quinta, Implantar una metodología de trabajo que ayude a tener procesos estables, controlados, flexibles y eficientes. Esto se consigue trabajando cada día para eliminar operaciones que no aportan valor y encarecen el producto al necesitar más tiempos de fabricación que la competencia. • La sexta sería el control y analítica de los costes reales. Aún nos encontramos con empresas que los desconocen. • Y la séptima, y no por ella la menos importante, reducción del espacio necesario para la producción. En los últimos proyectos estamos consiguiendo que mediante la opti-

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