Cristina Espezel, ponente de Hydro durante su conferencia ‘Soluciones sostenibles a la industria del aluminio’. 84 La industria del aluminio incrementa su apuesta por el reciclaje y la sostenibilidad Casi un centenar de asistentes representando ampliamente al sector del aluminio, han participado en la primera de una serie de jornadas sobre temas de permanente actualidad para el sector. En esta ocasión, y bajo el título ‘Un horizonte de aluminio reciclado. Retos de futuro para la industria’, Armando Mateos, presidente de la AEA -la Asociación Española del Aluminio, que representa a más de 600 empresas del sector- ha destacado que “una de las virtudes que marca factores diferenciales en el aluminio es la reciclabilidad y la sostenibilidad. Pocos productos habrá que estén ya, como el aluminio, en primera línea de la Economía Circular”. ALUMINIO Hace apenas unos días, el Consejo de la Unión Europea pedía a la Comisión que adoptara un nuevo plan de acción para la Economía Circular, donde se haga hincapié en la necesidad de medidas más ambiciosas para estimular la transición sistemática hacia una sociedad sostenible. El concepto ‘Economía Circular’, que nace en nuestra coyuntura, viene a definir el compromiso por caminar hacia un sistema econó- mico y social eficiente en cuanto al uso de todos nuestros recursos, y potenciar el reciclado de materiales. Entre otras cosas, el Consejo reivindica una ampliación del alcance de las medidas de diseño ecológico, incorporando la exigencia de criterios de eficiencia a los materiales, como la durabilidad, la reparabilidad, la reciclabilidad y el contenido de material reciclado. Las empresas del sector del aluminio quieren liderar este proceso, y están desarrollando todas las estrategias y los mecanismos posibles para dirigirse hacia este modelo de Economía Circular. Según decla- raciones de Armando Mateos, “el reciclaje no es nuevo en nuestro sector, donde se viene llevando a cabo en distintas etapas de los procesos desde hace mucho tiempo”. El aluminio -al igual que otros metales, como el hierro- lleva más de un siglo siendo un material que se recicla, fundiéndose y transformándose de un objeto a otro, ganando nuevas vidas y fun- cionalidades en cada uno de estos procesos. El aluminio, además, ha jugado con dos factores a su favor en esa dinámica; es un metal muy resistente, que no se oxida -a diferencia de otros, como el hierro- y, además, requiere de menos energía (tan solo un 5% de la empleada la primera vez) en ese proceso de fundición y reciclaje. Un instante de la jornada de AEA sobre reciclaje y sostenibilidad del aluminio.