Teniendo en cuenta que las ventanas son la parte más débil de la envolvente, su correcta ubicación y ejecución son determinantes. Se emplean ventanas de doble o triple acristalamiento (rellenas de gas argón o criptón), según el clima. Las carpinterías deben estar aisladas y el vidrio utilizado es bajo emisivo, para reflejar el calor al interior de la vivienda en invierno y mantenerlo en el exterior en verano. En el montaje de la carpintería se debe reducir la posibilidad de infil- traciones para disminuir la demanda energética. De esta manera se mejora también el comportamiento de los puentes térmicos. También será necesario asegurar la impermeabilidad al aire y al vapor interior, un óptimo aislamiento acústico y térmico y la protec- ción contra el viento y la intemperie al exterior. Para obtener el mejor rendimiento de la ventana debe analizarse el coeficiente lineal de pérdidas, que tiene en cuenta las que se deben a la junta entre marco y vidrio (con valores por defecto de 0,05 W/ mK), además de un coeficiente de instalación que recoge las posi- bles imperfecciones en la instalación del marco de ventana (por defecto 0,001 W/mK). La unión de la ventana con la pared debería proyectarse en detalle para controlar su influencia en los puentes térmicos, así como la estanqueidad con membrana impermeable al aire y al vapor, com- puesta por una película de polietileno laminado sobre una banda de fieltro. La instalación de la ventana se complementa con espumas de poliuretano pre-comprimidas, impregnadas en una resina sintética para asegurar la estanqueidad al aire, lluvia y rayos UV. En edificios que respetan el estándar Passivhaus, las ventanas de PVC ofrecen una solución para satisfacer las prestaciones exigidas en los edificios de consumo casi nulo. En el proyecto de arquitectura de cada edificio la elección de la ventana viene determinada por los requisitos de particulares y por el clima, siendo muy importante observar los siguientes aspectos: • Conseguir confort, higiene y energía. • Mantener una higiene impecable en la vivienda. • Buscar las dimensiones y orientación de la misma y del edificio, ya que aprovechando las ganancias solares, dejan pasar más calor en forma de radiación solar en invierno, que las pérdidas que puedan originar. • Seleccionar ventanas con componentes que contribuyan a con- seguir las altas prestaciones energéticas exigidas: marco, vidrio, intercalario, herraje con posición óptima de montaje en el muro para conseguir la hermeticidad de la ventana y de la instalación. En el clima de España el valor de la transmitancia térmica Uw (ventana instalada) no debe ser superior a 1,00 W/m2K en áreas templadas y 1,20 W/m2K en áreas cálidas. Para su cálculo hay que tener en cuenta los siguientes aspectos: • Se puede verificar si las ventanas Passivhaus son aptas mediante un proceso de certificación que analice el Valor U del compo- nente, según la ISO10077. • El valor factor de transmitancia de energía a través del acristala- miento, Ug y de la superficie del mismo Ag. • El valor de la transmitancia del marco Uf y de la superficie del mismo Af. • Valor del puente térmico lineal en el borde del cristal Fg que depende de la construcción de la ventana y del material utilizado y de la longitud del vidrio Lg. Existen vidrios dobles y triples lámi- nas y rellenos de diferentes gases y geles para conseguir mayores aislamientos. • Es importante el material de los perfiles de las ventanas. En el caso de las carpinterías de PVC, cumplen sobradamente las pres- taciones exigidas. Con el proyecto ‘Pasión de envolventes’, Asoven PVC confía en contribuir de manera positiva en el desarrollo de los ECCN, una misión que la asociación se ha marcado como objetivo itinerante por España en 2019.• 41 PVC El papel de las ventanas resulta esencial para conseguir que un edificio respete los requisitos del estándar Passivhaus.