los presupuestos generales del Estado. Y todo podría salir de algo tan simple como cambiar una ventana. Aquí se plasma que la expresión tirar el dinero por la ventana es literal, lo hacemos todos los días. No tenemos que esperar a 2040 eliminando los coches para dejar de con- sumir combustibles fósiles; lo podemos hacer ya con el cambio de las ventanas y con medidas fiscales válidas que lo incentiven. Finalmente, ¿cómo ve la situación del sector de la ventana y el cerra- miento en España, cuál está siendo su evolución y a qué retos deberá hacer frente en el futuro cercano? Veteco ha cogido un auge espectacular, aunque no es lo que vimos hace diez años, que fue un exceso, también reflejo de la situación que había entonces. Ahora ha vuelto a la normalidad. En lo que respecta al mercado de la ventana, lo veo un poco estancado, no crece al ritmo que debiera hacerlo. La obra nueva se está activando, pero me da la impresión de que algunos no han aprendido nada en estos diez años. Las empresas que hoy siguen activas es porque han sufrido mucho y sus espaldas económicas les han permitido, con muchos esfuerzos, llegar hasta donde estamos hoy, pero no se les puede exigir mucho más. Tenemos que volver a plazos razonables de pago. Tenemos leyes que establecen plazos de pago de 60 y 30 días pero la administración es la primera en no cumplir con los plazos. Estamos viendo obras donde se está llegando a los 220 días. No se puede seguir así, porque las empresas no están como hace diez años, hay que ser razonable. El 20 o el 30% de lo que se construye es obra nueva, lo que significa las 200.000 viviendas que puede necesitar la demografía del país. Si multiplicamos estas nuevas viviendas por siete huecos de media para cada una, esto se traduce en 1.400.000 ventanas nuevas. Este país hace diez años estaba fabricando 10 u 11 millones de venta- nas, prácticamente todas para obra nueva. Lo sano ahora es que el mercado se ha reconvertido y la fortaleza está en la renovación. El parque de viviendas en España es de 26 millones y tenemos más de 150 millones de ventanas con más de diez o veinte años que necesi- tan ponerse al día. Hay un gran mercado. En los últimos 18 ó 24 meses hemos notado que, por parte del fabri- cante de la ventana, está creciendo el interés por la tecnificación para ampliar la productividad. Veteco ha sido una feria de grandes máqui- nas, algo que ya vimos en Fensterbau. Hace cuatro años había máquina pequeña. Existe demanda porque existe capacidad de producción. En este sector siempre existe la máxima de que ‘si los maquinistas están contentos es que será un buen año’, y se está dando. Sin embargo, yo creo que, aunque estamos creciendo y recuperán- donos, el mercado todavía tiene que crecer más, aún estamos muy por debajo. En una región como la del mercado ibérico, creo que las cifras en las nos movemos fácilmente deberían duplicar o tripli- carse. El mercado está preparado y ha aprendido en estos diez años. Antes el fabricante hacía cien ventanas distintas que iban al mismo sitio. Hoy, esas cien ventanas distintas se instalan en otros tantos sitios. Yo lo veo en nuestros ‘partners’, se ha aprendido muchísimo, han sido ingeniosos y creativos, han pasado de ser fabricantes a ser proveedores y eso ha supuesto una revolución en el sector. Hemos cambiado la forma de pensar. Somos optimistas.• 107 PVC