PVC 106 "Nuestros ‘partners’ que más crecen tienen como ventana de serie la que incorpora ThermoFibra, porque, por ejemplo, respeta las exigencias del estándar Passivhaus. De alguna manera, podríamos decir que hemos arrastrado a nuestros ‘partners’ y a los usuarios a ‘De(ke)ar’" peratura agradable, tanto en invierno como en verano de manera más eficiente. La casa pasiva, la vivienda de consumo casi nulo –que son términos complementarios y no contrapuestos, como algunos quieren dar a entender- es un horizonte hacia el que caminamos y llegaremos a ello. Cuando lleguemos, el horizonte seguirá estando lejos, pero como decíamos respecto al CTE, si miramos atrás vere- mos cuánto hemos avanzado. Podemos acometer una vivienda pasiva o de consumo casi nulo si partimos de cero. Pero si cero es la situación actual y 100 es cumplir el criterio de diseño, con pequeños cambios en nuestra casa, como por ejemplo las ventanas y poco más, podemos estar en el 60 o el 70. No será una casa pasiva, pero habremos mejorado mucho. Con estos cambios, la economía del país se va a beneficiar porque somos energéticamente dependientes. Si pudiéramos cambiar todas las ventanas del país con ventanas eficientes, el país se ahorraría 12.000 millones todos los años. Los Planes Renove de Ventanas ha sido una de las iniciativas que han adoptado las administraciones autonómicas para incentivar el cam- bio de las ventanas y así mejorar el ahorro energético en los hogares. ¿Es suficiente para conseguir este objetivo y, a la vez, dinamizar la producción del sector? Creo que hay otros métodos para incentivar la renovación, como a través del IRPF, que no es dinero gratis. Además, no se bloquearía el mercado, porque con los Planes Renove, que son subvenciones puntuales, el mercado se acostumbra y se espera a que haya una nueva subvención para acometer una renovación. De esta manera, perdemos un año de ahorro de energía y de ahorro de gasto público. A través del IRPF o del IBI se puede incentivar la inver- sión del usuario en la renovación de sus ventanas; o creando un IVA que fomente la eficiencia energética, algo que ya se practica en Portugal. Un IVA de eficiencia energética impulsará que se cambien más ventanas, que se mejore la eficiencia térmica de la ventana y que se recaude ese impuesto. Además, una vez se instala la ventana el ahorro energético ya se empieza a producir. Probablemente, el usuario no lo verá hasta que reciba la primera factura energética, pero el confort en su hogar lo empezará a notar desde el primer momento. Y las cuentas naciona- les también, porque cuando se habla de recortes, con el cambio de ventanas ya podríamos disponer del dinero suficiente para cuadrar Otra perspectiva del stand de Deceuninck en Veteco 2018. Empezamos a hacerlo en nuestra plataforma Zendow, de 70 mm practicable. Teníamos la versión con refuerzo tradicional de acero y luego la versión Zendow#neo Premiun, que ya incorporaba material de ThermoFibra. Esto fue hace cinco años. Hace dos se incorporó al sistema de corredera iSlide#neo, y la nueva plataforma de 76 mm ya lo incorpora. Es nuestro material, está probado y funcionando. Un ejemplo de su buen funcionamiento ha sido un proyecto impor- tante de un cliente en Cuba, con unos requisitos que exigían poner al día arquitectura colonial del siglo XIX, con huecos de 8 m2, que además debía resistir vientos de 300 Km/h y la corrosión salina. La ThermoFibra respondía a todos estos requisitos. Es un material que ya ha echado a andar y que está consolidado en el mercado. Nuestros ‘partners’ que más crecen tienen como ventana de serie la que incorpora ThermoFibra, porque, por ejemplo, respeta las exigen- cias del estándar Passivhaus. De alguna manera, podríamos decir que hemos arrastrado a nuestros ‘partners’ y a los usuarios a ‘De(ke)ar’. Deceuninck es una empresa comprometida con la promoción de los edificios de consumo casi nulo. Forma parte del Consorcio Passivhaus-ECCN y de la Plataforma de Edificación Passivhaus. ¿Qué aportan las soluciones Deceuninck a este tipo de construcción? Todos nuestros productos se enfocan hacia la eficiencia energética, porque el PVC, además de ser un producto reciclable, durante su vida útil tiene que ser eficiente y consumir lo menos posible. Por cada ventana que una persona pueda tener en su casa, solamente cambiándolas por ventanas de PVC con refuerzo metálico, se aho- rraría lo equivalente al consumo de 21 bombillas de tecnología LED de 10 vatios, que es mucha luz. Aún más, por cada cuatro ventanas de PVC con refuerzo metálico que se colocan en una vivienda, el ahorro equivale a las emisiones de gases de efecto invernadero de un coche medio, con 150-160 gramos de emisiones por kilómetro. Y estamos hablando de una tecnología de ventana de PVC ya obso- leta. Con ThermoFibra incrementamos esos valores en un 30%, por lo que el número de bombillas de la comparación anterior sería 28. Con 2,7 ventanas con esta tecnología sería como si retiráramos de la circulación durante un año un coche con emisiones medias. Los coches son los responsables del 26% de la contaminación en las grandes ciudades, pero el 40% es la edificación residencial. ¿Vamos a sacrificar confort? No es necesario, disfrutemos en casa de una tem- 106<<