Investigación aplicada Passivhaus nos dimos cuenta de que en España había muy pocas construcciones de este tipo, mientras en Centroeuropa es una tendencia usual. Eso nos hizo dar cuenta de que, aparte de contar con un nivel adquisitivo más alto, en Alemania existe una mayor concienciación por parte de constructores, arquitectos y usuarios en cuanto a sostenibilidad”, explica uno de los alumnos. Otro miembro del equipo explica que el conocimiento de este estándar puede influir en el desarrollo de su vocación profe- sional: “Este trabajo me ha abierto la mente hacia un campo que nunca me había planteado, que es el del Passivhaus y la ecología a través de la tecnología industrial de construcción de casas. Conocer este ámbito me ha hecho replantear lo que tenía pensado hacer. Me gustaría que mi futuro trabajo me permi- tiera ofrecer las herramientas para que todos pudiéramos tener acceso a la información y tecnología necesarias para compartir un entorno más sostenible. Hay un problema que tenemos que solucionar, que es el de las consecuencias generadas por el consumo de combustibles fósiles. Como futuros científicos e ingenieros, al final lo que nos interesará será inventar soluciones que contribuyan a mejorar nuestro entorno”. El mundo de la escuela, un ejemplo para la empresa Este proyecto ha sido un claro ejemplo de colaboración entre empresa y escuela y ambas partes se han visto recompensadas por el esfuerzo, como explica Vicenç Casas: “La colaboración entre las empresas y la escuela ha sido una maravilla, porque lo que se inició como una tormenta de ideas cuando empezamos a hablar con Antonio Domínguez, de Roto Frank, ha terminado en una iniciativa en la que han colaborado muchas más empresas, que nos han facilitado los recursos económicos para disponer del material necesario para desarrollar lo que querían de nosotros, los robots que finalmente han estado en ePower&Building, y para el proyecto científico que vendrá a continuación. En todo momentos hemos sentido su respaldo y vemos que puede haber una continuidad en el futuro”. La madre Mònica también destaca la confianza que ha exis- tido por parte del ‘Consorcio Passivhaus’ en los alumnos de la escuela: “Una de las cosas que más agradezco del Consorcio es que han confiado en unos estudiantes que no dejan de ser adolescentes. Y no es nada fácil, pero han creído en ellos y en sus capacidades para llevar adelante este proyecto. Desde el colegio, estamos muy agradecidos, porque nosotros solos no hubiéramos podido llevarlo a cabo. Necesitamos esas colabo- raciones externas de las empresas para poner a los alumnos en una situación de aprendizaje real”. Por su parte, Antonio Domínguez añade que “esta experiencia les otorga madurez a los chicos y a las empresas nos hace ver que tenemos que venir más a los colegios, no para vender nues- tras empresas sino para que los estudiantes puedan comprobar que su esfuerzo tiene un sentido, una idea en la que el colegio también trabaja”. “Esta colaboración –indica la directora de la escuela- significa una oportunidad porque estamos convencidos de que el colegio 88 Vicenç Casas, profesor de robótica en el colegio, con una de las alumnas del equipo, mostrando en una tableta, los datos recogidos por los robots. tiene que enseñar para la vida. A veces parece que lo que se aprende en el colegio no va a servir luego en la vida. Todo lo que sea hacer que la vida entre dentro de los colegios es una mag- nífica oportunidad para los alumnos, porque se contextualiza el aprendizaje. Este trabajo ha sido la oportunidad para diseñar y crear algo que va a tener una aplicabilidad en la vida real, lo que le da una fuerza muy grande al aprendizaje y consigue motivar y potenciar las posibles vocaciones científicas y la curiosidad”. Potenciar las fortalezas y pasiones de los alumnos Que proyectos como el que hemos tratado en este reportaje obtengan un resultado positivo es consecuencia de un trabajo cultivado desde el inicio de la vida lectiva de estos alumnos, acostumbrados ya desde pequeños a trabajar cooperativamente y a la resolución común de tareas. “Cuando nos ofrecieron participar en esta idea –explica la Madre Mònica- vi claro que lo podíamos hacer, porque los chicos ya estaban entrenados para ello. Al trabajar por proyectos, ya desde pequeños son La madre Mònica Ferré y Vicenç Casas, con Ángel Marco, de Novoperfil.