El laboratorio de investigación de la Academia Hebei es la primera casa pasiva que funciona como edificio público en la provincia de Hebei, en China. gía solar térmica o bombas de calor. Las casas pasivas o casas de baja energía contribuyen de forma significativa al ahorro energé- tica y ayudan a contrarrestar el cambio climático. Dr. Benjamin Krick: Passivhaus significa el máximo confort téc- nico con el mínimo uso de energía. Gracias a este uso mínimo, la demanda de energía se reduce tanto que se puede cubrir con energía generada de forma sostenible. Además, los gastos de energía son tan reducidos que se compensa el pequeño sobreprecio a la hora de construir una casa pasiva, e incluso se obtiene un pequeño beneficio. ¿Hacia dónde va el sector de la construcción en materia de eficiencia energética? K-T. R.: La industria de la construcción sigue el rumbo que marcan las directivas energéticas de la política. Al mismo tiempo, debe ofrecer soluciones rentables. La Directiva de la Unión Europea sobre Eficiencia Energética de 2020 exigirá edi- ficios de consumo de energía casi nulo –Nearly Zero-Energy Buildings– dentro de pocos años, pero muchos constructores ya demandan componentes de máxima eficiencia energética en la actualidad. Esto se aprecia con claridad en el caso de las ventanas. En Alemania, el reglamento de ahorro energético fija el valor Uw de referencia para las ventanas en 1,3 W/m2K, pero los clientes ya compran mayoritariamente ventanas con valores Uw inferiores a 1 W/m2K. B. K.: Está claro que el aumento de precios del sector ener- gético y la creciente consciencia social con respecto al cambio climático incrementan la demanda de eficiencia energética. En algunas regiones de España y Portugal también puede ser recomendable emplear ventanas con vidrio triple, no sólo por el mejor aislamiento, sino también porque en verano ofrecen una mayor protección ante la radiación solar que las ventanas de vidrio doble. ¿El mercado actual está preparado para asumir los requi- sitos que comporta Passivhaus? K-T. R.: El concepto de Passivhaus fue una auténtica revolución y lleva influyendo en el mercado de forma notable desde hace más de 20 años. Un claro ejemplo es la evolución que sufrió el aislamiento del revestimiento de los edificios en este periodo. La industria de la construcción ya ha aplicado algunas de las ideas, y hoy en día ya se ofrecen numerosas ventanas y fachadas Passivhaus. B. K.: El mercado está sufriendo un cambio continuo y en este contexto, la oferta y la demanda se influyen mutuamente. Las ofertas surgen en función de la demanda y al contrario, una vez que existe una oferta y se publicita, provoca una aumento en la demanda. En este proceso, los componentes con certificado Passivhaus juegan un papel clave: si un componente certificado se lanza al mercado y se publicita correspondientemente, crece la demanda de este producto y también de productos similares, por lo que se introducen nuevos productos en el mercado. De esta forma, los productos de eficiencia energética salen del nicho de mercado para convertirse en tendencia mayoritaria. En la actualidad, el vidrio triple acapara una cuota de mercado superior al 60 % en Alemania y Austria. ¿A qué se dedica Swisspacer? ¿Qué productos ofrece y qué implicación tiene en materia de Passivhaus? K-T. R.: El borde del vidrio aislante es uno de los puntos débiles de los edificios por el que se puede perder mucha energía. Swisspacer ofrece espaciadores de borde caliente de alta cali- dad que ayudan a hermetizar este vidrio aislante y reducen las pérdidas de energía de forma significativa. Esto se traduce en un ahorro de gastos de calefacción en invierno y de refrigera- ción en verano. Además, los espaciadores Swisspacer elevan la temperatura de los bordes del vidrio, lo que ayuda a prevenir la aparición de moho o agua de condensación. Entrevista 75