/ OPINIÓN En el año 1888 el veterinario escocés John Boyd DUNLOP, 125 AÑOS DE HISTORIA Dunlop decidió recubrir las ruedas del triciclo de su hijo con hojas gruesas de goma, las pegó y las infló con una bomba para balones a partir de una tetina de bibe- rón, dando lugar al primer neumático de la historia. Aquella invención revolucionó el mundo y hoy, 125 años más tarde, nadie podría imaginarse el mundo sin neumáticos. Sólo un año después de su invención, el neumático ya revo- lucionó el mundo de la competición, en ese caso ciclista, de la mano de un corredor llamado W. Hume, que gracias a los neumáticos de su bicicleta ganó cuatro carreras aquel año. En 1902 Dunlop consigue la primera victoria en una compe- tición automovilística, la París-Viena, y desde entonces la evolución de aquel invento negro y redondo ha ido evolucio- nando en paralelo a la de las carreras tanto de dos como de cuatro ruedas. La competición es un laboratorio de pruebas perfecto para los neumáticos, ya que en los circuitos es dónde se ponen al límite las prestaciones y se desarrollan soluciones tecno- lógicas que en el caso de Dunlop, después se aplican a los neumáticos de calle. HÉCTOR ARES, MANAGER DE COMUNICACIÓN DE GOODYEAR DUNLOP IBERIA 8/ Mientras algunos utilizan la competición únicamente como una herramienta de marketing, en Dunlop tratamos de transmitir constantemente lo que aprendemos en los circui- tos a nuestros neumáticos de calle, mejorándolos constan-