/ TENDENCIAS Seis predicciones para el año 2020 y en adelante El dinámico panorama inmobiliario generará una serie de implicaciones significativas para la comunidad de inversión inmobiliaria, tal y como ponemos de manifiesto en los siguientes puntos y describimos con mayor detenimiento en el tercer apartado ‘Conse- cuencias para las estrategias inmobiliarias’. 1. La oferta internacional de activos inmobiliarios en el que poder invertir crecerá de forma significativa, derivando en una enorme expansión de las oportunidades, sobre todo en las economías emergentes. El crecimiento de la población mundial y el incremento del PIB per cápita motivarán esta expansión. Para el año 2020, los activos inmobiliarios en los que poder invertir habrán aumentado en más de un 55% en comparación con el año 2012, según las previsiones elaboradas por PwC. Con posterioridad esta base de activos crecerá en una proporción similar durante la década siguiente. 2. Las ciudades de mayor crecimiento presentarán una amplia gama de oportunidades en términos de riesgo y rentabilidad. Las ciudades presentarán oportunidades que irán desde activos inmobiliarios core de bajo riesgo y baja rentabilidad, hasta oportunidades de alto riesgo y alta rentabilidad en las economías emergentes. Se producirá la mayor migración social de todos los tiempos - funda- mentalmente en las economías emergentes - lo cual motivará el mayor crecimiento de la construcción jamás experimentado. 3. La sostenibilidad y la innovación tecnológica serán palancas fundamentales. Todos los edificios tendrán que ser objeto de una certificación de 'sostenibilidad', mientras que las nuevas promociones tendrán que ser 'sostenibles' en su sentido más amplio, proporcionando a sus ocupantes unas agradables zonas en las que vivir. La tecnología generará un efecto disruptivo en los funda- mentos económicos del sector inmobiliario, provocando que determinadas tipologías de activos pasen a ser obsoletos. 4. Colaborar con los gobiernos será aún más importante. Los gestores inmobiliarios, la comunidad inversora y los promotores tendrán que establecer alianzas con las administraciones públicas para reducir el riesgo de que sus planes resulten económica- mente inviables. En muchos países emergentes, los gobiernos tomarán la iniciativa desarrollando infraestructuras e inmuebles urbanos. 5. La competencia por los activos prime se intensificará aún más. La riqueza generada recientemente a través de las economías emergentes intensificará la competencia en el segmento de los activos prime; la comunidad inversora tendrá que concebir plan- teamientos transversales para poder conseguir unas rentabilidades atractivas. Para ello, puede que tengan que promover activos en economías emergentes de rápido crecimiento pero de mayor riesgo, o especializarse en subsectores de mayor crecimiento, tales como la agricultura o sectores relacionados con la jubilación, etc. 6. Surgirá una amplia gama de nuevos riesgos. El riesgo por el cambio climático, los rápidos cambios de comportamiento y el riesgo político serán fundamentales. Para poder prepararse para estas implicaciones, los inversores inmobiliarios tendrán que asegurarse de que cuentan con las capacidades y las cualidades adecuadas, tal y como se describe en el cuarto apartado ‘Factores de éxito’. 14 /