Los más escépticos también apuntan que la desconexión existente entre los flujos de capital y la demanda de ocupa- ción de inquilinos y el crecimiento de los alquileres resulta más extrema en este país que en ningún otro de Europa. “Sigue siendo un mercado peligroso en el que invertir un elevado volumen de dinero hasta que no veamos ciertos indicios de crecimiento, y por el momento, la situación sigue siendo bastante anémica”. La lógica empresarial de las inversiones inmobiliarias sostenibles está empezando a calar en el sector, seis años después del inicio de la crisis financiera. Más de tres cuar- tas partes de los encuestados disponen de una estrategia de sostenibilidad que no se limita únicamente a cumplir con las normativas nacionales y comunitarias. En el mercado posterior a la crisis existe un reconocimiento cada vez mayor de que las inversiones inmobiliarias ‘verdes’ forman parte de la denominada ‘consolidación de la calidad’ y, por tanto, constituyen un diferenciador clave de cara a los potenciales inquilinos. “La sostenibilidad tendrá una impor- tancia cada vez mayor tanto a la hora de conseguir inquili- nos que decidan comprometerse con un inmueble durante un periodo de tiempo mayor y también de cara al valor final de la inversión”, afirma el CEO de una firma global de inversión. El resurgir español La sostenibilidad importa Pero la principal revelación es el movimiento de capitales que está entrando en España, que ha pasado de ser una “inversión desaconsejable” a convertirse en el ‘mercado estrella’ de la noche a la mañana. No se trata tanto de una búsqueda de valor sino más bien que ‘todo el mundo lo está haciendo y no te lo quieres perder’, según indican algunos de los encuestados más escépticos. Los inversores se han sacudido de los posibles temores a una ruptura de la zona euro y han acudido con fuerza a Madrid y Barcelona, una vez creada la Sareb, el denominado banco malo, en verano de 2013. Para muchos inversores, se trata de volver a hacer lo hecho en Irlanda con la National Asset Management Agency. “Se trata de aprovechar las oportunidades que comien- zan a abrirse una vez que el sector bancario empieza a sacar a la luz sus carteras y préstamos problemáticos” afirma uno de los entrevistados. “La diferencia con España es que esta transición se ha producido muy rápidamente”. / 7 Reportaje