Nuevo sistema de fabricación aditiva de cuatro láseres RenAM 500Q de Renishaw. Ejemplos de piezas para el sector médico impresas en 3D con la tecnología Renishaw. IMPRESIÓN 3D 32 Renishaw puede proveer no solo la tecnología para fabricar piezas aditivamente, sino todos los sistemas requeridos para disponer de una solución completa, validando de principio a fin del proceso productivo del cliente, desde la fase de diseño hasta la verificación final después del posprocesado. Definen el proceso en cinco pasos: software, fabricación aditiva, comparación en línea, mecanizado e inspección. El proceso empieza por el software. La empresa ofrece el software QuantAM, una plataforma de parámetros abiertos, “muy básico y muy enfocado a lo que se podrá hacer en nuestra máquina porque no somos proveedores de software para otros fabricantes”. El software permite orientar la pieza para su fabricación y definir los soportes necesarios, también hechos en metal y que luego habrá que eliminar. También define las unidades de la pieza a fabricar, en qué posición, con qué material. “También hay un módulo muy interesante que desarrolla materiales para empresas que quieren trabajar con materiales que no están todavía parametrizados a fecha de hoy. Esta herramienta nos permite conseguir parametrizar estos materiales nuevos de manera fácil y sencilla, haciendo todas las modificaciones de parámetros en una hoja Excel, agilizando mucho este proceso”. Bereterbide insistió en la importancia de la fase de diseño, que debe hacerse desde el principio pensando en fabricar aditivamente. “Es crítico y absolutamente indispensable empezar a diseñar pensando en fabricación aditiva. Si vamos a fabricar piezas con los mismos diseños de hace 100 años, estaremos obteniendo una ventaja muy básica pero no el completo potencial de la fabricación aditiva”. El siguiente paso en la cadena es el proceso de fabricación en sí. Uno de los caballos de batalla de la fabricación aditiva es, según el Product Manager de la división de Fabricación Aditiva de Renishaw, la velocidad de fabricación y la productividad de los sistemas de fabricación aditiva. La opción de Renishaw ha sido incrementar la productividad aumentando el número de láseres en funcionamiento simultáneo en la fabricación. Así, el modelo RenAM 500M tiene 1 ó 4 láseres de fibra de Yerbio de 500W. Otra limitación que presenta esta tecnología es la dimensión de la plataforma de trabajo, que en este caso es de 250 x 250 x 350 mm: “No podemos fabricar piezas de 1 m de largo, por ejemplo, hay que ceñirse a las capacidades de fabri- cación del sistema”. De todos modos, Renishaw aprovecha al máximo digital, la tecnología aditiva fabrica un producto real y controla el proceso, realiza una simulación completa, y todo partiendo desde el mundo digital”. Por ello, por formar parte de todo un proceso, en Renishaw recalcan que “la fabricación aditiva no es una isla”. “Tenemos que dejar de pensar que la fabricación aditiva sustituirá otros sistemas de fabricación y que va acabar con todos los proble- mas de la ingeniería. Esto no es así. Es un sistema más de producción que se va a tener que integrar en las cadenas de fabricación exis- tentes con sus ventajas y sus limitaciones: materiales disponibles, volúmenes de fabricación, no hay libertad absoluta de diseño...”. Con ello, Iñigo quiso desmentir el mito que con la impresión 3D no hay limitaciones en el diseño: “No es cierto eso que se dice en la red o en los medios de ‘piensa lo que quieras y fabrícalo’; en realidad es ‘piensa con más libertad y fabrícalo’, porque seguirás teniendo tus restricciones”.