TRAZABILIDAD La solución que buscaba Audi debía soportar condiciones duras en, por ejemplo, el taller de pintura. Por ello el equipo del proyecto decidió utilizar etiquetas RFID pasivas de un solo uso convencido por su abilidad. Requerimos una disponibilidad del 100%. En la industria del automóvil no nos conformamos con el 90%”, destaca Thomas Vogel, director técnico de proyectos para la Fabricación Digital de la Serie A8. ...y en entornos exigentes Durante el proceso de fabricación, los vehículos están expuestos a fuertes in uencias externas, tales como las altas temperaturas y los productos químicos. El aire circulante en el taller de pintura alcanza temperaturas de hasta 230 oC y, en el proceso pintura catódica por inmersión, el vehículo se sumerge completamente en un tanque que contiene una mezcla de ácido/base. Allí se aplica una corriente eléctrica y el metal se recubre con un trata- miento anticorrosivo, explica Jan-Erik Butt. La solución que buscábamos tenía que soportar estas duras condiciones, por lo que el equipo del proyecto decidió utilizar etiquetas RFID pasivas de un solo uso. Estas etiquetas pueden soportar grandes cargas, y son fáciles de jar en la carrocería y de quitar durante el montaje nal. “La fabricación de la carroce- ría comienza en el momento en el que se etiqueta o individualiza un larguero. Es entonces cuando se asigna el número de pedido y también se incorpora la etiqueta RFID. Se trata del primer momento en el que se produce una variación que utilizamos con nes de identi cación. A partir de entonces, la tecnología RFID ya no se separará del vehículo”. La etiqueta RFID tiene aproxima- damente el tamaño de una tarjeta de visita y está fabricada con material Nomex, que protege la antena integrada y el chip del calor y otras in uencias. La mayor parte las características de individualización entre los vehículos se introducen durante el montaje, en función del diseño solicitado por el cliente. En esta fase, se da un nivel muy elevado de variaciones, por lo que es decisivo identificar correctamente los vehículos. En definitiva, cada empleado debe saber qué vehículo tiene delante para poder procesarlo como corresponda. Además, Audi ha optado por un concepto específico que confiere mayor importancia a la fiabilidad de la solución RFID. En este concepto, la lectura RFID está vinculada a una parada de la cinta, lo que significa que la línea de pro- ducción se paralizará si la identificación RFID de un vehículo falla en un punto concreto. De este modo, Audi se asegura de que ningún vehículo salga de una estación sin haberse iden- tificado. Finalmente, la etiqueta RFID se elimina durante el montaje final, algunas veces a causa de los datos de producción sensibles. 69 La mayor parte las características de individualización entre los vehículos se introducen durante el montaje, en función del diseño solicitado por el cliente INDUSTRIA AUTOMOCIÓN