Los automóviles que equipan motores de combustión interna tienen un considerable potencial de mejora en sus consumos y emisiones. TENDENCIAS 22 El 70% de los coches vendidos en 2030 tendrá un motor de combustión interna 10 tecnologías para un futuro brillante de los motores de combustión y los cambios manuales Los automóviles que equipan motores de combustión interna tienen un considerable potencial de mejora en sus consumos y emisiones. Por un lado, por la optimización tecnológica del propio pro- pulsor, aumentando su e ciencia y minimizando las pérdidas de energía. Por otro, al formar parte de un sistema de propulsión híbrido. Y, por último, con el uso de combustibles alternativos, como el gas natural o combustibles sintéticos. El volumen mundial de automóviles con cambio manuales seguirá aumentando y con el E-Clutch se podrán bene ciar nuevas tecnologías en la reducción de consumo de combustible y de emisiones de CO2. El motor de combustión interna lleva más de un siglo de desa- rrollo a sus espaldas y ha alcanzado un nivel de e ciencia extraordinario. De hecho, la huella de carbono de un automó- vil de gasolina puede ser incluso inferior a la de un eléctrico, cuando se tiene en cuenta toda la cadena de energía. Y es que la producción de las baterías y la generación de la electricidad que alimenta a los coches eléctricos puede generar más CO que el emitido por el tubo 2 de escape de un coche con motor de combustión en toda su vida útil; sobre todo, si la mayor parte de la energía empleada se ha obtenido en centrales térmicas alimentadas con combustibles fósiles, algo que sucede en muchos países. Los automóviles que equipan motores de combustión interna tienen un considerable potencial de mejora en sus consumos y emisiones. Por un lado, por la optimización tecnológica del propio propulsor, aumentando su e ciencia y minimizando las pérdidas de energía. Por otro, al sumarse a un motor eléctrico y formar parte de un sistema de propulsión híbrido. Y, por último, con el uso de combus- tibles alternativos, como el gas natural o combustibles sintéticos. Los motores de gasolina han realizado enormes progresos en los últimos 15 años en la reducción de su consumo y emisiones. Espoleados por una legislación medioambiental cada vez más severa, los fabricantes han ido aplicando a estos propulsores las tecnologías que ya emplearon con los diésel; por ejemplo, la inyec- ción directa y la sobrealimentación mediante un turbocompresor. Esto ha permitido diseñar motores más pequeños (downsizing), con una menor cilindrada y número de cilindros. Además, el aumento y mejora de la entrega de par ha posibilitado alargar los desarrollos del cambio, lo que unido al aumento del número de marchas, tam- bién ha contribuido a reducir los consumos y emisiones.