ENTREVISTA 18 Sin embargo, tanta exigencia sin subvenciones, ¿no encarece el producto? Por suerte, no. Y ello es gracias a que las empresas han incremen- tado su productividad de manera exponencial. En los últimos 10-15 años, por la necesidad de la crisis, las empresas apostaron por adel- gazar sus estructuras, pero convirtiéndose en mucho más e cientes. Los nuevos materiales sí pueden encarecer el producto, pero las empresas ahora saben cómo contrarrestar este sobrecoste. Y para ello cuentan con una ayuda fundamental: la Industria 4.0. La digita- lización supone para la industria un cambio radical y aquellas que vayan por este camino, mejorarán aún más su productividad y, en consecuencia, sus resultados. Tenemos la industria preparada, está bien considerada... ¿Qué hay que hacer para mantener este ritmo en positivo? Hacer que la industria sea importante para los fabricantes. En los próximos años asistiremos a una concentración de fabricantes de automóviles; habrá fusiones y también veremos cómo las empre- sas TIC serán un nuevo actor entre las empresas fabricantes con la introducción de software, sensórica... Y ante esta situación, las empresas proveedoras de componentes deben ser hábiles para adaptarse. Estando a su lado, saber qué necesitan, desarrollar producto propio o, en caso de que no sean capaces, crear ‘joint ventures’ que les permitan hacerlo. Porque las empresas tecno- lógicas están cambiando y cambiarán el sector, las necesidades y el modo de entender la automoción. Hoy Google está probando su tecnología en un coche en el que la empresa no ha intervenido. Pero hablamos del coche de Google porque la tecnología es suya. El coche eléctrico es un primer paso para el coche autónomo; al que llamamos el coche del futuro, la so sticación máxima. Y tras esta evolución deben encontrarse las empresas fabricantes de componentes, de piezas, de moldes... "La digitalización supone para la industria un cambio radical y aquellas que vayan por este camino, mejorarán aún más su productividad" Precisamente la fabricación de moldes fue uno de los sectores que más sufrió la deslocalización, aunque parece que retorna. Sí, sin duda. La presión de los fabricantes de automóviles llevó a los fabricantes de piezas buscar proveedores de matrices, mol- des y componentes en países asiáticos donde el coste era menor. Pero desde hace unos cinco años, el sector se está recuperando porque se han dado cuenta que lo barato puede salir caro al nal. Unitariamente, un molde o una matriz fabricado en Asia está, posi- blemente, a un 50% mejor de precio. Pero hay que sumar el coste logístico, que supone un 10% del coste. Y, además, al llegar a Europa, el molde o la matriz había que acabarla por cuestiones de calidad. Lo que supone un 30% más... al nal, el margen de diferencia era de un ... ¡10%! Y mejorando la productividad es posible competir para este 10%. Y es lo que hizo la industria local. Por ello la producción de moldes y matrices se está recuperando. De nuevo, con competitivi- dad, inversión, creatividad, I+D... Por precio no podremos competir, pero por know-how, sí.•