ENTREVISTA 16 de un esfuerzo para las empresas... pero deben entender que no es tiempo perdido sino una inversión de futuro. Es un cambio de men- talidad que debe hacerse... estamos en ello. Comentaba el buen momento de las empresas proveedoras... ¿Cuál es la situación de los fabricantes de piezas, componentes e industria auxiliar? La industria de nuestro país está muy bien preparada y muy bien considerada, también en el ámbito internacional, gracias a la capa- cidad de sus empleados y a que las empresas han sabido mostrar su potencial de trabajo y lo que son capaces de fabricar. En contra de algunas creencias, aquí no se ensambla, aquí se diseña y se fabrica y se desarrollan proyectos innovadores. Si sólo se apostara por el ensamblaje habría peligro de que la producción se fuera a otros países con mano de obra más barata. Pero no es el caso. Al revés, las empresas instaladas aquí no sólo producen y diseñan si no que, además, aportan a la empresa madre. La industria del automóvil de Catalunya diseña, hace prototipos, preseries... y fabrica. La tendencia hacia el coche conectado y coche autónomo... implica al fabricante del automóvil, pero también al desarrollador de la tec- nología a integrar. ¿Cómo está el segmento de la electrónica? Hay empresas preparadas y muy bien preparadas para este cambio tec- nológico.Incluso empresas que ya han cambiado su producto hacia este mercado. Como pasar de producir cable mecánico a convertirse en una empresa fabricante de producto tecnológico para el coche eléctrico. En el Clúster conocemos varios ejemplos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no será un cambio radical, sino que será evolutivo. Se prevé que durante unos años coexistan diversos tipos de vehículos... Por supuesto. Hablamos del coche eléctrico porque es una novedad y porque los fabricantes están apostando por él por cuestiones de regulaciones medioambientales... pero la previsión es que entre 2030-2040 el 30% de los vehículos del parque automovilístico sean eléctricos... ¿Qué será el otro 70%? En mi opinión, convivirán coches eléctricos, híbridos, de combustión y... aunque con menos cantidad, motores diésel. Así que está claro que la industria deberá adaptarse para fabricar piezas para el coche eléctrico, pero también hay que suministrar a los demás... Así que hay tiempo para adaptarse. Lo que sí es cierto es que las empresas deben asumir el cambio tecnológico, habrá cambios en el tipo de trabajo y habrá que adaptar toda la estructura humana a este cambio. Y la Administración debe ayudar a propiciar estos cambios, no mirarlo desde la barrera. Debe faci- litar el camino para que las empresas hagan este cambio. No todo termina poniendo normas. Lo vemos en las grandes ciudades. Para reducir los efectos nocivos de la contaminación se están poniendo en marcha una serie de normas para regular el trá co según el nivel de polución. ¿Eso es todo lo que pueden hacer? ¿Qué ocurre con quién tiene un coche que contamina? Hay que ayudarle a hacer el cambio hacia un vehículo de bajas emisiones. Y ocurre en toda Europa no sólo en España, aunque debemos tener en cuenta que el parque automovilístico español es de los más antiguos. ¿Qué hacer con estos vehículos? Es necesario entender que no basta con regular y aplicar normativas. También se exigen cambios en la fabricación de vehículos; menos contaminación, menos pesos, nuevos materiales... Evidente, y ello demanda de inversión. La industria debe invertir cada año. O muere. Una empresa que no invierte en dos años queda obsoleta. Y la inversión para nuevos materiales, nuevos sistemas... debe contar con la ayuda de la Administración. No es que no exista nada, pero hay que potenciarlo más. Aunque es cierto que la indus- tria, con ayuda o sin ella, tirará adelante.