Los utensilios de cocina buscan la funcionalidad, la calidad de los materiales, la durabilidad y el ahorro de espacio, priorizando la eficacia antes que la creatividad. Al mismo tiempo, se apuntan a la sostenibilidad y aparecen los primeros utensilios hechos con materiales de origen orgánico, reciclables y sostenibles, además de los embalajes que huyen de todo elemento plástico. La tendencia de aunar en un solo elemento dos o más funciones, evitando disponer de decenas de utensilios desordenados dentro de los cajones de la cocina, pierde fuerza entre las novedades presentadas. La principal ventaja de estos elementos multifuncionales es el ahorro de espacio, pero tras un periodo de auge han dado paso a otras innovaciones. Por ejemplo, los pequeños utensilios de cocina adquieren funciones cada vez más extensas: penetran en el mundo de la repostería, pueden utilizarse en la mesa gracias a su elegancia y asumen utilidades nuevas. Semantiene el auge de todo lo relacionado con la creatividad a la hora de emplatar, con las espirales de verduras y frutas como propuesta estrella. Reina la moderación Este es un sector donde la moda tiene un cierto peso y donde muchas de las innovaciones que se presentan responden a tendencias pasajeras... o no. Esta industria se lo puede permitir, dado que se trata de elementos en los que el consumidor ha de realizar una modesta inversión y que ocupan poco espacio en la cocina. Por ello, son productos que pueden obedecer amodas culinarias, a caprichos puntuales e incluso a la compra por impulso. Del utensilio de alta rotación al producto duradero La oferta de pequeños utensilios de cocina procede sobre todo de grandes especialistas de este sector, entre los cuales hallamos marcas españolas y europeas muy potentes. Pero una parte de los productos ostentan enseñas especializadas en otros segmentos: grandes productores de menaje de cocción o firmas cuchilleras, por ejemplo. En cuanto a los canales de distribución, son muy amplios: desde las tiendas multiproducto, donde se compite con precios bajos y calidades en ocasiones modestas; hasta las tiendas de menaje de gran calidad, pasando por las ferreterías (que ejercen como canal fuerte y cualitativo) y los hipermercados. Cuando hablamos de utensilios para el vino, se suman los canales especializados en este producto. Y si incluimos la repostería, aparecen igualmente tiendas específicas para estos artículos. Los pequeños utensilios de cocina (a veces denominados o confundidos con los ‘gadgets’) han sido siempre un elemento atractivo para el sector, sobre todo por su gran rotación en el lineal. Un precio asequible ayuda a ello, aunque también una cierta compra por impulso. Se trata de un terreno abonado a la tentación: pequeños utensilios de precio económico, originales y creativos -aunque no siempre útiles-, apoyados en el establecimiento por expositores llamativos que ayudan en la venta. No obstante, esta estrategia pierde adeptos y se imponen los productos funcionales, de calidad y con una garantía de duración. Intense de Ibili Los fabricantes de pequeños utensilios de cocina apuestan por la durabilidad de sus productos, gracias a la alta calidad de los materiales y los mecanismos. Son productos que ayudan en la tarea de alimentarse mejor, promoviendo el consumo de frutas, verduras y preparados ‘detox’. Y que, además, apuestan por la sostenibilidad, con nuevos materiales reciclables 42 -
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