MJ124

reportaje De «somos lo que comemos» a: La cocina abraza la filosofía del orden El orden está de moda. Tener la vivienda en perfecto equi l ibrio, sin elementos discordantes, con todo a mano y, al mismo tiempo, cada cosa en su sitio, se ha convertido en un ‘modus vivendi’. Esta tendencia, nacida hace un lustro, ha alumbrado numerosas soluciones para apilar, clasificar, guardar, etiquetar y categorizar. Al hablar de orden, el primer nombre que viene a nuestras mentes es el de la japonesa Marie Kondo, gurú mundial en esta cuestión. Sus youtubes y tutoriales se han hecho mundialmente famosos, aunque sus consejos han impactado especialmente en el ámbito de los armarios y cajones para ropa y zapatos. A partir de sus propuestas, la moda del orden se ha ido extendiendo a otras estancias de las casas. Pero, antes de entrar en detalle, nos preguntamos: ¿por qué ha triunfado tanto Marie Kondo y sus (para algunos) ‘obsesivas’ propuestas de orden? nHay quien considera que una casa ordenada (material, tangible) tiene su correspondencia en el orden mental (inmaterial, intangible). Un entorno equilibrado es un factor importante a la hora de buscar el propio orden mental y emocional. Por el contrario, el caos en el hogar se traslada al desorden emocional. Por lo tanto, asignar un sitio para casa cosa y ser capaces de mantener la disciplina puede ayudarnos en las época de mayor inestabilidad emocional. Las estancias cada vez más reducidas en la mayoría de las viviendas y el estrés al que están sometidos muchos de los adultos de nuestro país hacen imperativo disponer de un método para organizar nuestro entorno y cocina. El orden se está convirtiendo en una necesidad y una manera de vivir, que muchos expertos asocian con el bienestar. nEl orden se ha convertido en una filosodía de vida, porque aporta bienestar a las personas que lo practican, tanto en casa como en el trabajo o el coche. El orden enseña a planificar más y a priorizar, a organizar la semana, el tiempo y las tareas. La organización van más allá de lo que se puede conseguir en un armario. nEn una sociedad que ha convertido el tiempo en oro porque este es el mayor déficit existente, el hecho de tener todos los tejidos, elementos y utensilios ordenados nos hace ganar tiempo en las tareas domésticas... eliminando el estrés que se produce cuando no encontramos algo. Hallar lo que buscamos a la primera es altamente reconfortante. nEste mismo ajetreo diario hace valorar el orden una vez se atraviesa la puerta de casa. El hogar actúa como contrapunto del ritmo frenético que se vive fuera de él. nEstá demostrado que la organización ahorra espacio. Algunas personas se quedan sorprendidas al descubrir que sus cajones, en los que no cabía un alfiler, aparecen medio vacíos una vez organizado su interior. nSi a ello añadimos que las casas son cada vez más pequeñas, el orden se convierte en un imperativo si no queremos sucumbir bajo montañas caóticas de cosas desordenadas. nPor último, ordenar significa también deshacerse de Las técnicas de ordenación se pueden aplicar a cualquier espacio de la casa: quizás todos tengamos en mente el armario ropero o los cajones de la cómoda, pero el salón, el baño y la cocina son igualmente espacios susceptibles de mejora en cuanto a orden se refiere. 60 - menaje

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx