20 Patricia Pérez Sotero, Perso La importancia de planificar la demanda De un tiempo a esta parte, más frecuentemente desde el inicio de la crisis, cada vez que vamos a una empresa se repite la misma canción: “Las ventas son cada vez más inestables, con más incertidumbre, con mayores picos mensuales en las ventas, lo mismo estamos arriba sin dar abasto que abajo y parados”. Esta situación, hace más difícil la gestión de los recursos en la producción para ser más eficientes, competitivos y no penalizar ni los plazos de entrega, ni la rentabilidad. TRIBUNA DE OPINIÓN Incluso los proveedores de automoción de primeros niveles, donde eran habituales las semanas ‘confirmadas en firme’, por parte de los clientes, se han visto obligados a modificar sus sis- temas, ya que la información más allá del ‘hoy’ o ‘mañana’ pierde consistencia, fiabilidad y credibilidad. Sabemos que, ‘prever’ es complicado y, si fuéramos capaces de adivinar demandas, tendríamos cola de propuestas de trabajo en todas las empresas existentes. Pero a pesar de que sea difícil, no es imposible, siendo nuestro deber, controlar y trabajar sabiendo cuál es nuestra demanda exacta cada día, para diariamente tomar las decisiones oportunas que nos permitan gestionar nuestros recur- sos de la forma más eficiente. Si conseguimos esto, ya estaremos marcando una clara diferencia con la competencia. Por ser este conocimiento vital, básico y fundamental, para poder trabajar en la mejora y eficiencia de los procesos de operacio- nes, nuestra primera pregunta previo a iniciar un proyecto es: ¿Conoces el número de ventanas que vendes al día? ¿A la semana? ¿Conoces el número de ventanas que tienes que fabricar cada día? Y si las conoces, ¿eres capaz de fabricarlas? Con mayor frecuencia de la que nos gustaría, continuamos encon- trándonos ciertas dudas y falta de control sobre el conocimiento real de las ventas, de la demanda y/o de las necesidades de pro- ducción diarias, sin ni siquiera disponer de registros históricos, y siendo en estos casos la respuesta más habitual que recibimos, ‘pues depende’ o ‘es que’.