OPINIÓN 37 La ausencia de una política forestal a lo largo de los años sobre una realidad diversa y compleja cuyos períodos de madura- ción son a largo plazo, muy por encima del ciclo político, hace más necesaria nuestra presencia de tal manera que si no existiera Cose, habría que crearla. Nuestros asociados son organizaciones autonómicas cuyo defensa nacional e internacional de sus intere- ses se llevan a cabo a través de Cose. Estamos en la Confederación Cose en su visita al pinar de Valladolid el pasado mes de mayo. Europea de Propietarios Forestales (CEPF) y a través de ella en las Instituciones Europeas representando a los montes del sur de Europa donde el Monte Mediterráneo tiene un especial significado. Los propietarios forestales queremos tener herramientas para mejorar la gestión forestal sostenible de nuestros montes y esti- mulamos a través de Cose la elaboración de Planes Técnicos para programar las actuaciones y labores necesarias, la Certificación Forestal para incrementar el valor añadido de los productos y sub- productos, la participación en proyectos para visualizar el amplio abanico de bienes y servicios tangibles e intangibles que generamos a la sociedad. Por todo ello somos una entidad colaboradora con las administraciones que genera una actividad de primer rango y mere- cedora de la declaración de utilidad social y pública. Tampoco disponemos de una Política de Redistribución Territorial de la Renta por parte de las administraciones del Estado y es curioso que las iniciativas vengan de la más alejada, de la Unión Europea (UE). A través de los Programas de Desarrollo Rural y de las medi- das de agroambiente y clima hemos conseguido que se dediquen recursos a los terrenos forestales y creemos que estamos en la línea correcta porque cada vez la UE transmite de manera más nítida que los recursos públicos deben ir destinados a financiar la oferta de bie- nes públicos (incluidos los que provienen de titularidad privada) en calidad y en cantidad óptimas y de manera eficiente. Nosotros somos selvicultores activos que custodiamos el territorio. La Red Natura 2000 debería suponer el reconocimiento a nuestra labor en la medida que se decide proteger territorios que reúnen una serie de elementos que quiere reconocer y custodiar y todo ello consecuencia de la gestión histórica de los propietarios agro- forestales. No tiene sentido ser insensibles hacia los verdaderos protagonistas del hecho a proteger. Esperamos que nuestro discurso sea más sencillo de transmitir y en ello estamos trabajando a pesar del enorme arsenal de tópicos y lugares comunes que obstaculizan nuestro quehacer, muchos de ellos frutos de la ignorancia como consecuencia del alejamiento del territorio. Necesitamos instrumentos que se han comprobado útiles para continuar nuestra trayectoria como son los estímulos fiscales a través de una fiscalidad verde pero sobre todo el reconocimiento social a nuestra labor. •