Al planificar e implementar los procesos de mecanizado, los fabricantes suelen centrarse en los elementos de sus operaciones internas y pueden perder de vista el objetivo final de su trabajo: garantizar la satisfacción del cliente. En gran medida, la satisfacción del cliente radica en la reducción del tiempo transcurrido entre la realización del pedido y la entrega del producto acabado. Antes, los fabricantes reducían los plazos de entrega mecanizando miles de piezas idénticas para disponer de un stock impor- tante y poder enviar los productos al instante. Este escenario caracterizado por una producción de alto volumen y poca variedad (LMHV) permitía a los fabricantes satisfacer las necesidades de los clientes a tiempo mediante el desarrollo gradual del proceso de mecanizado y podían permitirse imprevistos tales como tiempos muertos y errores en la producción. Los requisitos del mercado actual son muy diferentes. Cada vez es más frecuente que los clientes realicen pedidos de pequeños lotes de productos a medida para necesidades específicas. Como resultado, los fabricantes producen cada vez con menos frecuencia grandes lotes de productos. Los grupos de componentes duplicados no se fabrican por miles, sino en cientos, por decenas o en unidades. Este escenario caracterizado por una producción de bajo volumen y mucha variedad (HMLV) no permite el desarrollo constante del pro- ceso ni deja espacio para imprevistos. Los fabricantes están sometidos a una gran presión y deben desarrollar procesos de mecanizado totalmente fiables desde la primera pieza. Debe garantizarse la inmediatez, la coherencia y la predeci- bilidad a toda costa. 80 El actual escenario de producción de bajo volumen y mucha variedad (HMLV) no deja espacio para imprevistos La fiabilidad de los procesos de mecanizado es la clave para la satisfacción del cliente Patrick de Vos, licenciado en ciencias, especialista sénior en asesoramiento y responsable de los programas de formación técnica en Seco Tools EFICIENCIA Y PRODUCCIÓN