74 Figura 3. Diferencia de áreas de erosión en el cambio de dirección que provoca un desequilibrio de las fuerzas. ELECTROEROSIÓN ¿Y ahora qué? En vista del contexto industrial de este proceso de corte, se deben seguir mejorando ciertos aspectos de este. El problema surge cuando han sido ya numerosos los autores que han abordado estos temas por medio de modelos teóricos [7-9] y no se ha comprendido al 100 % el comportamiento de todas y cada una de las variables que toman parte la electroerosión por hilo. Por este motivo, parece lógico utilizar otra vía para solventarlos. En esta ocasión, será el uso de técnicas experimentales y de analítica de cantidades masivas de datos la alternativa a los citados modelos matemáticos. Veremos, a continuación, algunos de estos procedimientos. La electroerosión del futuro La electroerosión por hilo siempre se ha caracterizado por con- seguir piezas con tolerancias muy ajustadas, sea cual sea su geometría. Sin embargo, las necesidades de la industria son cada vez más exigentes, lo que ha provocado que se haga un mayor hin- capié y esfuerzo en intentar mejorar el proceso de corte. Saber es poder El primer paso para poder abordar la mejora de cualquier proceso es analizarlo en profundidad, para intentar entenderlo al máximo. Por ello, caracterizar y disminuir la vibración y deformación del hilo, el cual provoca las desviaciones en las piezas, sobre todo en los cambios de dirección, ha sido una de las tareas sobre las que más se ha investigado a lo largo de los años, aun cuando todavía no ha sido explicado su comportamiento en su totalidad, como bien se ha comentado antes. Una de las causas que provoca el error en las piezas con cambio de dirección es el wire-lag o retraso del hilo. Para entender mejor este concepto, se suele hacer alusión al efecto de rueda trasera [10]: si una bicicleta traza una curva después de pasar por un charco, el agua dibujará dos trayectorias diferentes, una para la rueda delantera y otra para la trasera. Este mismo efecto se aprecia al cortar una esquina a 90° o un radio de pequeño diámetro, y puede modelizarse según una curva denominada tractriz [11] o curva de persecución (pursuit curve). Figura 4. Diferencia de áreas de erosión en el cambio de dirección que provoca un desequilibrio de las fuerzas.