RECTIFICADO, PULIDO Y DESBARBADO Ilustración 7. Resultados obtenidos de la rugosidad final de la pieza tras la aplicación del proceso de bruñido. 56 u otras fuentes de tensiones, como por ejemplo los gradientes térmicos. Este estado tensional interno tiene su origen en los trata- mientos mecánicos y térmicos, y en ocasiones puede ser generado debido a las cargas aplicadas en servicio. Además, dicho estado tensional puede provocar cambios dimensionales y distorsiones en las piezas, además de otros problemas relacionados con el crecimiento de grietas cuando se trata de tensiones de tracción cercanas a la superficie. Por ello, el estado tensional interno del componente es de gran importancia y suele ser uno de los factores clave en los estudios de integridad, el cual tiene una gran influencia sobre el comportamiento a fatiga del componente. De esta forma, se produce una mayor resistencia a la fatiga si la superficie presenta tensiones residuales de compresión [3]. En cuanto a la designación de las tensiones residuales, por convenio, se consideran con signo positivo las tensiones residuales a tracción y con signo negativo las tensiones residuales a compresión. Por otra parte, haciendo referencia a las medidas obtenidas de las tensiones residuales por medio del proceso hole drilling, se han obtenido las gráficas que aparecen a continuación, donde por cada gráfica de los materiales seleccionados se puede observar cuatro curvas, donde se diferencian las diferentes presiones de aplicación de bruñido y las curvas de tensión x e y. Mediante la curva defi- nida como tensión-y se observa el efecto que ejerce el proceso en la dirección en la que ha sido programado el proceso de bruñido. En relación a la otra curva adquirida, es decir, la curva tensión-x, se observan las tensiones residuales que el proceso provoca en la dirección de avance del fresado. Reparando en las gráficas, donde se obtienen las tensiones resi- duales que ofrece el proceso de deformación en el material en una profundidad de 1 mm desde la superficie, se puede apreciar que no en todos los materiales realizar el proceso a altos valores de pre- sión en la herramienta de bruñido ofrece al material unas curvas que se mantengan en la zona de compresión, no solo en la super- ficie si no también en la capa mas inmediata a la superficie. Esto se puede examinar en el aluminio, por ejemplo, donde realizar el pro- ceso a 100 bar las tensiones se mantienen en la zona de compresión y, sin embargo, al realizarlo a 300 bar de presión estas tensiones se han transformado en curvas de tracción a 0,6 mm de la superficie. Asimismo, de estas graficas se deduce que la aplicación del bruñido a 300 bar solo favorece, en cuanto a tensiones a compresión, al acero, a la fundición y al material endurecido seleccionado. El los materiales restantes, una aplicación a 100 bar sería suficiente para conseguir resultados notables. Conclusiones Tras haber analizado todos los datos recopilados de las medi- das obtenidas en los materiales seleccionados sometidos a este proceso de deformación, se puede afirmar que el bruñido ofrece grandes mejoras en cuanto a propiedades físicas y mecánicas en estos.