Automoción El secreto del robot inteligente no está en sus brazos o agarres, sino más bien debajo del área de trabajo, donde Hackenberg y su equipo han instalado la unidad informática. Aquí, el sistema ROCK procesa ondas y gestos, calcula todas las secuencias de movimiento humano que graban los sensores alrededor del área de trabajo del robot y evalúa los resultados. Una señal de Hackenberg es suficiente para detener el robot. Otra señal, y la máquina continúa trabajando o bien entrega componentes o herramientas. Tan pronto como Hackenberg se acerca al área de trabajo del robot, sin necesidad de hacer ningún gesto, la máquina automáticamente reduce su velocidad y maniobra para evitar cualquier posible percance. Pero, ¿cuál es el objetivo de esta evolución? La Fábrica 4.0 no estará vacía de personas. Los trabajadores humanos seguirán siendo necesarios. “Queremos robots para asumir tareas físicamente exigentes o ergonómicamente complicadas”, afirma Hackenberg. El objetivo es desarrollar una fábrica del futuro donde las per- sonas lleven a cabo tareas complejas que requieran altos niveles de conocimiento especializado, creatividad y capacidad para solucionar problemas. Las personas se concentrarán en valor añadido, preparación personal y calidad en la gestión. En cambio, los robots con sensores integrados y nuevos conceptos de seguridad asumi- rán responsabilidades en trabajos ergonómicamente difíciles y físicamente extenuantes. • Expertos cooperan con el Centro de Investigación Alemán de Inteligencia Artificial. En el Smart Production Lab del Grupo Volkswagen, el futuro ya ha comenzado. 78