Entre las herramientas que hoy utilizan se encuentra una fresa para mecanizado trocoidal que Sergio asegura haberle sor- prendido mucho “principalmente porque es una herramienta diseñada para este trabajo concreto. No es una adaptación de otra fresa sino que está desarrollada desde cero y funciona muy bien, dejando muy buen acabado”. En Nicomold se encargan desde el diseño de la pieza si el cliente lo necesita, mediante CAD-CAM, en 3D, hasta el desarrollo del molde, la mecanización de éste... “ofrecemos un servicio integral”. Además, son una empresa familiar con las tareas bien determinadas y diversificadas que les permite dar respuesta a demandas muy variadas: “Mi hermano es el proyectista en taller, yo me encargo más de la fresa y la erosión, mi padre en erosión y ajustes... y ello, junto a la variedad de máquinas, podemos abarcar muchos trabajos distintos y no necesitamos subcontratar prácticamente nada”. Por otro lado, por su capacidad de producción, los moldes más suministrados por Nicomold son alrededor de los de 300-500 kilos, aunque pueden abarcar hasta 1 tonelada. Pero siempre piezas únicas, como nos explica Sergio: “Realizamos moldes para una pieza única, con las cavidades necesarias para el cliente. Sí es cierto que hay moldes pero nunca hacemos cinco moldes iguales”. Moldes para producción seriada de sectores tan exi- gentes como automoción “como la pieza que sujeta el parasol al techo de un coche, por ejemplo. El molde es único aunque luego se moldeen millones de piezas”. En cuanto a clientes, los moldes de Nicomold se destinan en la mayoría de los casos para pieza final aunque también se encuentran con clientes que no saben exactamente cómo quieren el producto defini- tivo y piden moldes para prototipos y pruebas: “Es el caso de tres moldes prototipo que hemos realizado para un envase de sacarina nuevo. Quieren probar si el sistema diseñado funcionará como quieren o si hay que hacer cambios en el diseño. Una vez aprobado, realizamos el molde final”. Un proyecto considerable especialmente por la dificultad del material a trabajar: “acero inoxidable con una alta carga de cromo, complicado de trabajar, que rompía las placas y las herramientas”. Un trabajo en la cadena de valor poco visible Sergio comenta que el oficio de moldista a menudo está poco valorado por el consumidor cuando tiene en sus manos el pro- ducto final. “En el caso del envase para sacarina, por ejemplo, no se aprecia el trabajo de diseño, pruebas, modificaciones y cambios que puedan haber tras un sistema de apertura que funcione correctamente. Parece que no haya trabajo cuando en realidad hay mucha ingeniería”. Y nos expone otro ejemplo: “Una empresa internacional, dedicada a la fabricación de rema- ches de plástico, tenía la necesidad de un molde que lograra que las dos partes de la pieza, el pin y el casquillo, salieran directamente montadas desde el mismo molde. Y ninguno de los moldistas con los que trabajaban en todo el mundo había podido dar una solución. En Nicomold nos pusimos a trabajar en un proyecto de I+D para desarrollar un molde que permi- tiera que las dos partes de la pieza salieran unidas del molde sin necesidad de soldar posteriormente. Y lo logramos, con un molde de cambio rápido, además, que conseguía sacar la pieza ya unida y lista parar embolsar y enviar”. • Fabricación de moldes Ejemplo de fresado en el taller de Nicomold con la fresa para mecanizado trocoidal de Hoffmann Group, especial para el uso en TPC en aceros inoxidables. Molde nuevo y molde reparado Su capacidad de trabajo abarca moldes hasta 1 tonelada y media, aunque también reparan moldes de 4 o 6 toneladas. Y es que Sergio comenta que “en los últimos 10 años lle- gaban a España cantidad de moldes procedentes de países asiáticos, principalmente China, que en la mayoría de los casos había que rehacerlos en gran medida. Hoy todavía pasa pero en menor medida porque ya tiene más calidad y porque se ha recuperado parte de la producción”. Una producción que hoy puede asumirse en España porque su industria moldista ha sabido ajustarse en cuanto a precios se refiere pero también, “porque los moldes muy técnicos o de gran envergadura no sale a cuenta deslocalizarlos si se valoran aspectos como el plazo de tiempo, el coste de transporte...”. 61