nos permite medir nuestras piezas cuando estas aún se encuen- tran en su atada original en el centro de mecanizado. De este modo, ahorramos mucho tiempo, porque podemos rectificarlas inmediatamente cuando es necesario”, explica Johann Pucher, jefe de Producción. Y añade: “Gracias al software, se acabó aquel costoso proceso: soltar la pieza, transportarla hasta la máquina de medición, medirla, volver a fijarla en la sujeción, alinearla, rectificarla”. En Sammer, es habitual trabajar con tolerancias muy ajustadas de hasta cinco centésimas. FormControl es un software de medi- ción muy completo que ofrece todo lo necesario para poder ceñirse a estas tolerancias. Y es que los trabajadores de la zona de producción diseñan, trabajan y miden cada componente personalmente. En primer lugar se cargan los datos CAD en el software de medición. En el programa, se pueden optimizar los puntos de medición, añadirlos al PC o desplazarlos con solo unos clics del ratón. Con el control automático de colisiones instalado en el PC se evita que la pieza choque por accidente con el sensor de medición. Se envía el programa al control y se puede iniciar el proceso de medición. Los resultados de las mediciones realizadas se envían de nuevo al PC, donde se pueden ver los distintos puntos de medición por colores. Esto permite detectar fácilmente los puntos donde no se cumplen las tolerancias. Al final del proceso, se puede exportar un protocolo de medición en el que se presentan los datos correspondientes a los diferentes puntos de medición en formato de informe. Gracias a FormControl, los empleados de esta empresa aus- triaca se sienten seguros y pueden demostrar fácilmente que las piezas que fresan tienen la calidad exigida: y es que antes, En Sammer fabrican moldes y prototipos de plástico, por ejemplo, para culatas (Fig. orientativa). cuando había un fallo en el proceso de fundición del cliente, éste le devolvía el molde a Sammer para que lo corrigiera. Hoy, en cambio, gracias al protocolo de medición, esta empresa familiar puede demostrar que los moldes fresados satisfacen el nivel de calidad exigido simplemente presentando un documento. De hecho, el protocolo se ha convertido ya en una parte impres- cindible del proceso; algunos clientes ya lo solicitan. Y, además, sirve como ayuda para responder a cualquier consulta que se reciba una vez entregada la pieza. Por eso, en Eugendorf se crea y se guarda un protocolo por cada una de las piezas fabricadas. Al fin y al cabo, esto no supone ningún esfuerzo adicional para los empleados del área de producción. Más bien al contrario: el protocolo se crea prácticamente por sí solo, y se puede corregir y modificar inmediatamente siempre que sea necesario. La representación gráfica de la pieza permite evaluar rápida y fácilmente la calidad de los componentes. El sensor de medición por infrarrojos TC50 de Blum- Novotest permite medir moldes muy complejos en cuestión de segundos. 51