es el Convertidor Thomas-Bessemer, un horno gira- torio en forma de retorta, revestido interiormente de ladrillos refractarios, que lanza aire caliente sobre la mezcla hierro-carbono.. El convertidor tiene una altura de 30 metros. A su alrededor los moldes de colada y lingoteras reciben el acero fundido. El convertidor Bessemer procesa hasta 10 toneladas de arrabio. Hay además pequeños convertidores que insuflando aire fabrican aceros de calidad. Mejorar el porcentaje de carbono Con su método, y gracias a la guerra de Crimea y la venta de cañones, Bessemer se hizo rico pero conti- nuó mejorando su secreto, el porcentaje de carbono, cómo insuflar aire caliente y el espesor de las capas de cementita y ferrita. Bessemer, en sus experimen- tos, tuvo que sufrir una explosión al inyectar aire, una explosión que le resultó útil. Añadir manganeso mejoró el forjado del acero. Al cesar la guerra de Crimea disminuyó la venta de cañones, pero Bessemer continuó su consigna —‘Onward ever’—y ofreció el nuevo acero a ferrocarriles, el mercado del futuro próximo. Los raíles de acero se podían usar durante 18 años. En 1860 los ferrocarriles de EE UU tenían una extensión de más de 30.000 millas, y podrían dar una vuelta al ecuador terrestre. El acero que consumían era Bessemer en un 80%. Viajar de New York a Washington en coche de caba- llos costaba 5 días, pero en ferrocarril era solo un día, y así el mundo se hizo más pequeño. La cementita es rica en carbono y muy resistente, pero es frágil. La ferrita tiene 2% de carbono, pero es maleable, flexible. Las dos capas se complemen- tan mutuamente en resistencia y maleabilidad. Normalmente en un metal si aumenta la resistencia disminuye la maleabilidad. Pero en el acero existen esas dos propiedades que multiplican las aplicaciones industriales del acero, desde los ferrocarriles y rascacielos hasta automóviles y envases: sus dos capas alternadas de cementita y ferrita. Demasiado poco carbono, menos del 0,8%, hace blando al acero. Tiene demasiados filamentos y restos de otros materiales como el silicio, fósforo y Henry Bessemer 1813-1898. Utilizó 129 patentes. Además de producir acero, usó patentes para extraer azúcar de la caña de azúcar. azufre que disminuyen la resistencia. En tiempos de Bessemer los hornos de la época no podían mante- ner elevadas temperaturas un tiempo prolongado, la metalurgia estaba en su infancia. Demasiado carbono, más del 2% hace al acero frágil y el cañón explota al disparar el cartucho del proyec- til. Hay que saber mezclar el carbono con el hierro fundido. El mundo ahora se ha hecho más vertical, porque las casas de piedra no toleraban más de 10 pisos, pero el ascensor y el acero permitió el rascacielos, que se convirtió en centro comercial. Bessemer no pudo imaginar que hoy día los ingenieros están perfeccionando el acero para lograr automó- viles de menor peso, más eficientes en consumo de combustible. La tecnología y la sociedad evolucionan juntas. Bessemer fue el creador del cambio. Acero al manganeso Es lo último. La mejora del acero no se puede parar, según Henry Bessemer. La adición al hierro de man- ganeso forma la austenita. Es acero con 1,2% de carbono. Como máximo hay 15% de manganeso en el acero. Pero hay también austenitas con bajo con- tenido de carbono: 0,7%. La austenita combina alta dureza y ductibilidad con alta resistencia al impacto. Su dureza alcanza hasta 900 Brinell. Después de la fundición, el acero es enfriado para alcanzar la estruc- tura cristalina de la austenita. Es difícil de mecanizar. El enfriamiento rápido produce el microconstituyente martensita. Si es tetragonal, el cristal de martensita está centrado en el cubo.. A la austenita también llamamos hierro gamma. Es una forma cristalina de ordenamiento de átomos de hierro y carbono. Es una disolución sólida de hierro y carbono, la austenita es tenaz. Es la forma cúbica centrada en las caras del hierro, resistente al desgaste metal sobre metal. La austenita recibe el nombre de William Austen, que murió en Londres en 1902. Es un acero con muchas aplicaciones: dientes de pala, vehículos blindados, etc. El acero de manganeso aus- tenítico se emplea en la fabricación de trenes. • Materiales Referencias Jeans, W. 1884. ‘The creator of the age of Steel’. London Chapman and Hold. Bessemer, H. ‘Sir Henry Bessemer, FRS, An autobiography’. London offices Bishop 1905. Bishop, P. 1959. ‘The beginnings of cheap steel’. Washington D.C. Smithsonian Institution. 265