51 HERRAMIENTAS El amplio abanico actual de materiales ligeros requiere también una amplia oferta en términos de materiales de corte. Según las estimaciones de Steffen Reich, jefe de Investigación y Desarrollo de GFE, la sociedad de tecno- logía de producción y desarrollo de Schmalkalden, ade- más del uso de materiales de corte ‘clásicos’ para trabajos de construcción ligeros, tales como el PCD de diamante de policristalino o el diamante de monocristali- no (MCD), “puede esperarse que el uso de materiales duros recubiertos (no recubiertos con diamante) vayan adquiriendo importancia. Esto es debido a que la insupe- rable universalidad de los metales duros permite meca- nizar prácticamente cualquier combinación de material duro deseado. Además, existen indefinidas ventajas tam- bién en términos de costes de adquisición”. El uso de diamantes monocristalinos, comenta Reich, “continuará estando restringido al ‘mercado de lujo’ de creación de superficies de alto brillo; para esto en la ac- tualidad aún no existe ninguna alternativa. Además, no puede anticiparse el uso en otras áreas que pueden cu- brirse con otros materiales de corte, debido a los altos costes implicados”. Los diamantes de capa gruesa PCD y CVD recubiertos con deposición de vapor químico son definitivamente unos materiales de corte competidores en determinadas categorías de aplicación. El uso de PCD tiende a ser habitual principalmente en el desbastado, mientras que los diamantes de capa gruesa CVD se utili- zan típicamente en la pasada de acabado. El experto de Schmalkalden, sin embargo, enfatiza que no solo los ma- teriales ligeros pueden mecanizarse con diamante, inde- pendientemente de la forma específica implicada: “Aquí se requieren otros materiales de corte, como los mate- riales recubiertos duros”. La cuestión de obtener una vida útil superior “no puede responderse ni de forma categórica ni de forma seria”, añade, ya que la respuesta dependerá de la aplicación y del tipo de material de corte implicado: “En caso de des- gaste puramente abrasivo, por supuesto, cuanto más duro sea el diamante mayores ventajas tendrá sobre el metal duro. Sin embargo, si hay implicados otros meca- nismos de desgaste (difusión, adhesión, etc.), o incluso son dominantes, la ventaja puede estar también en el metal duro”. Como ocurre también en otros campos del mecanizado, la selección de herramientas no debería depender del Para Steffen Reich, jefe de Investigación y Desarrollo en GFE, “el uso de metales duros recubiertos ganará en importancia gracias a la universalidad de usos del metal duro, que permite casi cualquier combinación con los materiales a mecanizar. tiempo útil sino de los costes de producción. Esto signi- fica que puede resultar sensible utilizar una herramienta que, en comparación con el producto que compete, muestra una vida útil más corta, pero, por ejemplo, per- mite la disminución de los costes de producción gracias a unos parámetros de mecanizado superiores. Mientras los componentes de plástico de fibra de carbo- no reforzada de mecanizado y materiales especiales como el grafito, los recubrimientos de diamante se han convertido en una opción con amplia aceptación. Compi- ten en particular en algunas aplicaciones con PCD. En el futuro pueden esperarse otras mejoras referentes a la morfología de nitidez de bordes. Desafortunadamente, comenta Reich, “aún no se ha resuelto el problema del decapado. Por lo tanto, los recubrimientos de carbono están adquiriendo importancia. El principal foco está en los materiales de mecanizado con una mayor tendencia hacia la adhesión”. Una opción cuya importancia aumenta de forma constan- te y que amplía el rango de aplicaciones para los materia- les de corte es el mecanizado por láser de nitruro cúbico de boro cristalino (CBN) y materiales de diamante. “In- corporando geometrías de apariencia más estética y de última generación, puede ampliarse el abanico de aplica- ciones para los materiales de corte. Las restricciones que se aplicaban hace unos pocos años, especialmente las referentes a las geometrías de última generación, han sido superadas. Esto particularmente beneficia a la con- fiabilidad del proceso de las herramientas implicadas, y compensa los déficits existentes en comparación con otros materiales de corte, como los metales duros cubier- tos de diamante”, explica Reich. panorama