49 ENTREVISTA Un operario trabaja en la fundición italiana SCM. ¿En qué consiste exactamente el proyecto? Se trata de un proyecto de I+D de ámbito europeo que se engloba dentro de la denominada ‘Factoría del futuro’ impulsada por la Comisión Europea y por la asociación de fabricantes europeos, Efra. Está centrado en hacer las fá- bricas más eficientes desde el punto de vista de utilizar los recursos energéticos y materiales de una forma más adecuada. ¿Cuál es su principal objetivo? Diseñar la factoría del futuro en base a criterios de efi- ciencia energética y gestión sostenible de los residuos generados durante los procesos de fabricación. Para con- seguirlo, se utilizarán modelos de simulación predictiva para la producción que se usarán para establecer nuevas y eficaces herramientas de gestión energética. Estas he- rramientas proporcionarán información sobre los flujos de energía, la huella de carbono y su relación con la produc- ción y la programación y el abastecimiento de la planta. ¿Qué empresas hay implicadas en el proyecto? En realidad, los resultados tecnológicos obtenidos se pro- barán y validarán en una planta de demostración del cen- tro tecnológico alemán Fraunhofer IWU, para posteriormente implementarlas en tres fábricas de distin- tos sectores. En principio, los resultados pueden ser ex- trapolables a prácticamente cualquier factoría, pero nos hemos centrado en tres tipologías de fábrica más o menos diferentes pero complementarias: Gullón, fabri- cante de galletas español; Bossa, empresa textil turca; y SCM, una fundición situada en Italia. ¿Qué conseguirán estas empresas? Se pretende lograr una producción cercana a los cero re- siduos (zero carbon manufacturing) dentro de los están- dares de eficiencia energética 2.0. Todo ello integrando la generación, conversión, distribución, control, uso, al- macenamiento y reutilización de los recursos energéticos necesarios para la fabricación. ¿Estas soluciones también están enfocadas a empresas pequeñas? Dado que se está tratando de hacer un uso más eficiente de la energía y recursos, cualquier empresa que tenga una elevada carga de uso energético y que pretenda ser energéticamente eficiente, puede adoptarlas. Obviamen- te, a la hora de plantearse una inversión, una pyme no tiene las mismas posibilidades financieras que las gran- des empresas, por ejemplo, que pueden planear a más largo plazo. En realidad, depende mucho de la tipología de pyme, si ésta tiene una visión a más largo plazo, pues se lo puede plantear, y en vez de esperar amortizar a un año, quizá lo haga en dos o tres. ¿Hay una demanda real por parte de las empresas de nuestro país por obtener herramientas que mejoren la eficiencia energética? Sí, la optimización energética está siempre entre los ob- jetivos de cualquier gestor de una fábrica. Dependiendo del tipo de fábrica, hay que pensar que en muchas oca- siones está asignada las principales facturas que tienen que pagar. Lo que les cuesta la energía eléctrica, el gas consumido y todos los recursos, al final se ve repercutido en el precio final del producto. Se puede conseguir ofre- cer productos a un precio más competitivo siendo ener- géticamente eficientes. Además, los precios de la energía suben cada vez más y la competencia en el mercado es cada vez más alta. Lideran el proyecto, pero trabajan en común con varias empresas. ¿En qué aspectos se centran ustedes desde Cartif? Nosotros somos los coordinadores del proyecto pero tam- bién tenemos nuestras actividades de i+D y demostrati- vas. Fundamentalmente, nos centramos en el análisis de la eficiencia energética de la factoría de Gullón, y también tenemos que dar apoyo de forma transversal en otros ám- bitos, por ejemplo, el análisis de las otras fábricas. Un vez concluido el proyecto, ¿cómo se materializarán los resultados? ¿Será un software, por ejemplo? Hay diferentes tipos de productos que se están barajan- do desde el primer momento. Tenemos en mente dife- rentes soluciones del tipo software para que las fábricas puedan analizar de una forma más global su factoría y panorama