85 I+D nos de desgaste con tecnologías tradicionales de trata- miento térmico y evolucionó impulsada por la necesidad de generar nuevos materiales multifuncionales. Actualmente, esta disciplina se entiende como un campo dentro de la ciencia de los materiales que comprende la aplicación de tecnologías físicas y químicas dirigidas a la modificación de la superficie de los materiales con el fin de conferirle nuevas propiedades, mejorar alguna carac- terística inherente al material u obtener una nueva apa- riencia. La ingeniería de superficies, por tanto, no sólo comprende las tecnologías de deposición o de recubri- miento, sino también cualquier modificación física o quí- mica sin aporte de material. La generación de una rugosidad ordenada en una superficie, por ejemplo, puede cambiar la estética mate o brillante de un material o su energía superficial. En resumen, la ingeniería de su- perficies transforma los materiales de partida únicamente a través de la modificación de su ‘piel’. Visión industrial y aplicaciones En la industria se tiende a desarrollar superficies de ma- nera específica para un componente concreto. Por tanto, la práctica habitual consiste en un conjunto de soluciones puntuales que hacen complicado el desarrollo de nuevas oportunidades, ya que los problemas más generales están asociados al escalado y a la predicción del compor- tamiento del material. Muchos sectores industriales de alta carga tecnológica, como el energético o la construcción, utilizan de forma rutinaria la tecnología de tratamientos superficiales. Fun- damentalmente la aplicación que hacen de estas tecno- logías está orientada a la solución de ciertos mecanismos de desgaste (abrasión, corrosión, erosión, fretting...), ya que se estima que tan solo la corrosión y el desgaste de los materiales representa alrededor de un 4% del Produc- to Interior Bruto (PIB) en los países industrializados. Dada su importancia, las aplicaciones industriales de la ingenie- tecnología