tecnología 84 TALADRADO Y ROSCADO Haciendo llegar el mensaje del rendimiento Hay muchos factores importantes que rigen el éxito de las operaciones de roscado con macho y casi todos influyen en la calidad de la rosca producida. Elegir la herramienta correcta debe ser la consideración principal de todos los talleres interesados en maximizar su rendimiento. Si el diseño del macho de roscar no es el correcto para el material de la pieza y el tipo de agujero (pasante o ciego), las consecuencias pueden ser muy negativas. Por este motivo, Sandvik Coromant ha desarrollado una gama de productos específicos para cada operación. No obstante, el éxito de las operaciones de roscado con macho no sólo depende de la herramienta. Por ejemplo, garantizar que el componente está bien su- jeto ayudará a eliminar el movimiento lateral no deseado. Evitar el movimiento lateral es importante porque está di- rectamente relacionado con la producción de roscas de mala calidad y puede llegar a romper el macho. Esto último es es- pecialmente inconveniente si el componente ya presenta un valor añadido especial, principalmente, porque implica enviar el componente a un especialista externo para su re- paración a través de la tecnología de electroerosión. Ade- más de los costes adicionales derivados de esta reparación, los retrasos subsiguientes en la producción pueden dañar la reputación corporativa y a los posibles contratos en curso. Otro factor esencial del proceso, frecuentemente pasado por alto, es el uso del diámetro de broca correcto antes de la operación de roscado con macho del agujero. Muchos usuarios asumen que los tamaños de agujero para los ma- chos de corte y los machos de laminación son los mismos, pero no es así. En los últimos, el diámetro del agujero tala- drado debe ser mayor. Por ello, aplicar el tamaño de agujero de taladrado recomendado para un macho de corte conven- cional al agujero de un macho de laminar resultará en un agujero demasiado pequeño y comprometerá el macho. Asi- mismo, la elección de una broca equivocada podría derivar en un endurecimiento no deseado del material del compo- nente, reduciendo así la vida útil de la herramienta durante las operaciones de roscado posteriores. Otros factores que se deben tener en cuenta son la aplicación del líquido de