81 FABRICACIÓN ADITIVA go, todavía no se puede decir lo mismo respecto de las maquetas físicas, obtenidas a partir de ese modelo digital del proyecto a través de máquinas de construcción aditiva de maquetas y prototipos. La impresión 3D puede con- vertirse en el complemento imprescindible de estudios de arquitectos y diseñadores. 4.- Comunidad RepRap y software libre En 2004 Adrian Bowyer funda RepRap en la Universidad de Bath, una iniciativa de código abierto para construir una impresora 3D que puede imprimir la mayoría de sus propios componentes. La visión de este proyecto es la de democratizar la fabricación de unidades de distribución de bajo coste RepRap a las personas de todo el mundo, lo que les permite crear productos a diario por su cuenta (ver www.RepRap.org). Al estar el término Fused Deposition Modeling registrado por Stratasys, la comunidad RepRap ha acuñado el térmi- no Fused Filament Fabrication (FFF), que puede ser usado por cualquiera sin restricción (bajo una licencia GPL versión 2). Con estas condiciones, cualquier persona puede distribuir y modificar la máquina RepRap, pero debe mantener las modificaciones realizadas bajo esta li- cencia. Es decir, los cambios deben seguir siendo públi- cos. Como la máquina es libre y de código abierto, cualquier persona puede, sin pago de derechos de ningún tipo, construir un número ilimitado de copias, para él o para cualquier otro, usando las propias máquinas RepRap para construir las partes plásticas de las copias (lo que la convierte en auto-replicante. Son cada vez más las reuniones de ‘expertos’ que anali- zan lo que supondrá la impresión de objetos físicos me- diante impresoras 3D, que ya se entiende como una de las grandes revoluciones industriales de los próximos años, e incluso ya se habla de la Tercera Revolución In- dustrial. 4.1.- Comunidades de usuarios e intercambio El calado social de esta tecnología ha sido enorme y, como ya hemos dicho, su desarrollo crece de manera ex- ponencial, permitiendo que estudiantes y profesionales de especialidades técnicas y de ingeniería de todo el mundo puedan experimentar con sus creaciones y per- feccionarlas antes de construirlas a escala real. La accesibilidad a la tecnología lleva vinculada una serie de comunidades de usuarios desarrolladores que inter- cambian conocimientos y experiencias con el fin último de ir perfeccionando el sistema de impresión, abriendo nuevos campos antes inimaginables. De manera paralela, estas comunidades de usuarios han desarrollado una serie de plata-formas de intercambio de modelos 3D ya creados, para descargar e imprimir, apun- tando una idea nada descabellada para empresas fabri- cantes en la que puedan poner a disposición de los usuarios los modelos 3D de piezas descatalogadas de sus productos. Son bancos de carga y descarga de mo- delos las plataformas Thingiverse, de habla inglesa, o Rascomras, de habla hispana. El Proyecto Clone Wars busca la divulgación de la tecno- logía RepRap, a la vez que aporta nuevos diseños y nue- vas vías de investigación, pero ya no tanto en el sentido de ser autorreplicantes. Desde hace un par de años en todo el mundo existen una serie de talleres, llamados FabLabs (Fabrication Labora- tories) y promovidos por el Centro de Bits y Átomos (CBA) del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en los que se trabaja intensamente en esta revolución tecnológica, con el cambio social que ello significa. Se equipan con una serie de máquinas controladas por orde- nador ‘para construirlo (casi) todo’: impresoras en tres di- mensiones, corta-dora láser, fresadoras de control numérico (CNC) y un laboratorio de electrónica (entre otras muchas que varían en cada uno). En el cómputo mundial, España es el cuarto país con más FabLabs. Li- Figura 12. Ejemplo de máquinas RepRap y piezas para replicar. tecnología