52 MECANIZADO En la actualidad, Wyssen Seilbahnen AG tiene una plantilla de treinta y seis trabajadores, de los cuales cuatro son aprendices. Como les su- cede a todas las empresas de ingeniería mecá- nica del mundo, es difícil encontrar a nuevos profesionales, pero, gracias al ingenio de Jakob, la familia ha podido dedicarse a un trabajo estimu- lante y gratificante. La empresa tiene dos divisiones: una de grúas de cable aéreo y otra de sistemas de prevención contra aludes. Wyssen fabrica y envía grúas a clientes de todo el mundo, sobre todo a gobiernos y a empresas privadas que gestio- nan madera y realizan trabajos de ingeniería forestal. “Las grúas de cable aéreo son una tecnología muy res- petuosa con el entorno”, dice Jürg, director de ingeniería. “Gracias a ellas, no es necesario construir ni ensanchar carreteras para bajar la madera de la montaña. Las torres ocupan muy poco espacio y la carga –la madera– se trans- porta por encima del terreno y de cualquier obstáculo”. La división de prevención contra aludes de Wyssen co- mercializa una tecnología también muy innovadora que supone un porcentaje cada vez mayor de los ingresos de la empresa. Esta parte del negocio la dirigen el hermano menor Christian, y Sam, su primo. El sistema Wyssen consta de unas grandes torres de acero situadas de forma permanente en laderas de mon- tañas proclives a los aludes, como en toda la región de la empresa o en cordilleras de Austria y el norte de Escan- dinavia, por ejemplo. La parte superior de la torre es un contenedor circular, pa- recido a una cuba. El contenedor tiene varias cargas de dinamita —doce normalmente— que pueden detonarse a distancia para provocar un alud preventivo. Cuando el operario pulsa el botón de detonación, una carga de 5 kg desciende a través de un cable hasta situarse justo por encima de la nieve, momento en el que se detona la ex- plosión. La onda expansiva se disipa por la superficie de la nieve y provoca el alud sin dañar la roca subyacente. “Las explosiones controladas para prevenir aludes suelen realizarse desde helicópteros o de forma manual, sobre el terreno”, explica Jürg. “El primer método es caro, y el segundo es peligroso, evidentemente. Con el sistema Trabajadores de Wysseen Seilbahnen AG. Wyssen, no es necesario esperar a que las condiciones climatológicas sean favorables, lo que significa que el alud puede provocarse en el momento más adecuado después de una gran nevada, normalmente antes de que los esquia- dores, excursionistas o escaladores vuelvan a llegar a la zona en cuestión.” Wyssen vende sus sistemas a gobier- nos y estaciones de esquí del mundo entero. Además de para transportar madera y otras tareas de in- geniería forestal, las grúas de cable aérea se emplean cada vez más en proyectos de construcción, de centrales hidroeléctricas y de puentes suspendidos o de arco gran- de, por ejemplo. El vestíbulo de la empresa está adornado con fotografías del proceso de construcción de diversas estructuras, algunas muy famosas como el Millennium Bridge de Norman Foster sobre el río Támesis, en el cen- Plano de las piezas. panorama