65 TRATAMIENTO DE SUPERFICIES sustituirla por sistemas menos contaminantes y en con- sonancia con las normativas legales. Así, con las limitaciones marcadas por las nuevas legisla- ciones, se hizo necesario buscar alternativas a los siste- mas en fase vapor, como es el caso de las máquinas de alto vacío que permiten seguir empleando los sistemas por disolventes clorados. El inconveniente de estos sis- temas es que dichas maquinarias son muy voluminosas, ocupando mucho espacio, un bien muy preciado en la in- dustria. Asimismo, otro gran inconveniente es su altísimo costo, tanto de la propia máquina como de su manteni- miento. Con todos estos inconvenientes, y a fin de poder seguir empleando los sistemas de fases vapor —que conlleva el uso de disolventes clorados— se presentó la necesi- dad de cambiar de proceso, eliminando definitivamente el uso y empleo de dichos disolventes clorados. La plaforización La plaforización es un proceso que emplea una resina po- limerasa, diluida en disolventes, y una mezcla de polifos- fatos e inhibidores de corrosión. Con este proceso se logra la supresión de los sistemas a base de disolventes clorados, ya el sistema de plaforización no contiene ni di- solventes clorados, ni fluorados, ni CFCs, de tal manera, que, al emplear dicho sistema, se dispone de una alter- nativa real a dichos procesos clorados. Ventajas La plaforización es un polímetro, diluido en una mezcla de disolventes y polifosfatos, que permite realizar el pro- ceso de desengrase con una ventaja añadida a los siste- mas de fase vapor. Al disponer de polifosfatos, se obtiene una fosfatación en el mismo proceso, lo que permite con- seguir no sólo el desengrase sino un tratamiento real sobre el metal. Dicho proceso trabaja en frío y por inmersión, lo que su- pone obtener unas ventajas muy superiores a los siste- mas convencionales ya que el costo energético es prácticamente nulo. Y la rapidez a la hora de trabajar es mucho mayor. Gracias a su resina polimérica, todos los aceites introducidos se transforman químicamente, lo que permite mantener en el tiempo una mínima concen- tración de aceites en el baño, evitando de esta manera que se llegue a saturar. ¿Qué aporta este regulador de aceites? Pues que no es necesaria la gestión de residuos debido a que el baño no se satura en el tiempo ni con el uso. Dicha resina es capaz de transformar y absorber hasta 1,5 g/m2, lo que permite tener una instalación de desengrase y fosfatado trabajando en frío y sin necesidad de gestionar residuos. Al ser un proceso en frío, y no llevar disolventes tóxicos, permite estar dentro de los umbrales marcados por la le- gislación. Otra de las ventajas, es su bajo costo de explotación puesto que sólo hay que tener en cuenta el coste de los productos ya que no se emplea energía para calentar ni hay gestión de residuos. Así pues, estamos hablando de un costo aproximado a los 30 céntimos por metro cua- drado. Cómo funciona El sistema es muy similar a los sistemas de cubas de fase vapor. Será necesaria una cuba en acero inoxidable, di- mensionada en función a las medidas de las piezas que tengamos que introducir (puede servir la misma cuba de fase vapor, transformándola para plaforización) y que lleva incorporado un sistema de filtración y agitación. Esta cuba estará llena de productos al nivel que permita introducir totalmente las piezas en el producto. Se sumergen las piezas durante un minuto en el produc- to, tiempo en el cual se realizará el proceso de desengra- tecnología