33 ENTREVISTA se hacía automáticamente, sólo con apretar un botón”, ex- plica Delia. El manejo y programación de esta máquina no le resultó complicado a pesar de no tener ningún tipo de formación en lenguaje ISO o Conversacional. “Con el curso que me ofrecieron de instalación y puesta en marcha fue suficiente —añade—, aunque también me ayudaba mucho consultar los manuales. En los casos en que he necesitado ayuda externa, siempre he obtenido respuesta, a pesar de los cambios que ha sufrido la distribución de estas máquinas”. Además, haber aprendido a programar el robot de soldar unos años antes de incorporar la Mikron le sirvió a Delia de ‘entrenamiento’ para manejar posteriormente otro tipo de máquinas automáticas. Visto el buen rendimiento de esta primera máquina Mi- kron-Haas, Industrias Rasede incorporó en 2002 una se- gunda unidad del modelo Haas VF2, que únicamente se diferenciaba del inicial en que éste tiene el alimentador ver- tical y un cambiador Random más rápido, mientras que en el primero el alimentador es horizontal. Al mismo tiempo se añadía al taller un torno Haas SL20 con alimentador de barra Servo Bar 300. “Hemos sacado muchísimo provecho de estas tres máquinas, ya que nos dedicamos a hacer tra- bajos de series largas y de arranque de viruta agresivos, y las máquinas han respondido perfectamente”, dice Delia. Efectivamente, el elemento clave que decantó su elección por estos centros de mecanizado Haas es que incorporan caja de engranajes, lo que les permite trabajar a pocas re- voluciones pero con mucha potencia. Esto es fundamen- tal, como explica Delia, cuando se quieren hacer taladros directos de 40 mm, por ejemplo. Delia P. García, una mujer, en resumen, que sigue mos- trando en cada una de las palabras que dedica a su profe- sión pasión por lo que hace. Una pasión que sigue hoy muy viva a pesar de tener que compartirla desde hace poco tiempo con su otra gran dedicación: sus dos hijos, de 2 y 3 años. “Tengo la suerte de estar enamorada de mi familia y de mi profesión. Me enorgullece pertenecer al sector metalúrgi- co, mi trabajo me ha revertido muchas satisfacciones. Es increíble ver cómo se transforma un pedazo de hierro en una pieza de utilidad para cualquier sector”, concluye. I panorama