tecnología 60 ENTREVISTA nizado más reducido, de forma que el esfuerzo habitual de clasificación y emparejamiento puede eliminarse. Ha- blamos, en este caso, de eficiencia geométrica. Según nuestras necesidades y los parámetros que introduzca- mos, el método de Microfinish garantiza acabados unifor- mes que, a menudo, rondan un valor Ra de 0,05 μm y superficies de contacto con una Rmr hasta un 99,99%. Debido a la baja temperatura de trabajo, la estructura su- perficial de las zonas periféricas es, tras el mecanizado, considerablemente más resistente que antes. De este modo, mediante la creación de estructuras planas, se puede influir de forma directa, por ejemplo, en las propie- dades de fricción y deslizamiento importantes en el plano de la eficiencia energética. Un grupo de investigadores fineses y americanos del sec- tor automovilístico ha calculado, por ejemplo, que tan sólo un quinto de cada litro de combustible se destina a la pro- pulsión del vehículo. El resto se pierde en forma de calor y fricción en el motor, hasta un 35%, y en los engranajes, hasta un 15%. En el futuro, con el objetivo de evitar estas pérdidas, seguramente se reducirán de forma drástica los márgenes de tolerancia de los componentes correspon- dientes, lo cual hará que el acabado de superficies tome una gran importancia. En los demás sectores, las medi- das que se implanten en relación con la eficiencia ener- gética también desembocarán en un grado mayor de exigencia con respecto a las piezas de trabajo. Stamenn explica que Microfinish se logra que las vibraciones se ajusten a unos márgenes de tolerancia me- nores, “aunque no se eliminan por completo”. ¿Tiene este método alguna ventaja más? Sí, ya que todos los métodos de mecanizado convencio- nales tienen límites que dan como resultado una desvia- ción de la forma matemática óptima. Esos límites se eliminan en gran parte con el uso de Microfinish, porque este método superpone los movimientos del mecaniza- do. Al conseguir el mayor solapamiento de herramienta y pieza de trabajo posible, podemos, por ejemplo, elimi- nar la deformación en los cojinetes de un eje. Además, también se hacen posibles perfiles logarítmicos y estruc- turas superficiales de gran complejidad. Debido al meca- nizado, también aumentan considerablemente las tensiones de compresión propias positivas en la superfi- cie, de modo que esta se vuelve más resistente. Los componentes pueden, de este modo, hacerse más pe- queños a la vez que mantienen la misma resistencia. Eso y la minimización de los valores de fricción son los facto- res clave para la eficiencia energética que tanto se fo- menta en todos los sentidos hoy en día. Además, nuestro método consigue minimizar los ruidos, eliminarlos e incluso adaptarlos según las necesidades. Estas exigencias se multiplican con el tiempo, y no sólo en lo que se refiere a las piezas de los engranajes y las piezas de dirección. Los ruidos se originan por las vibra- ciones y, en base a un análisis de Fourier, se pueden eli- minar las vibraciones en las áreas más complejas mediante un mecanizado directo de las mismas. En este sentido, cuanto menos se desvíe un componente de su forma geométrica óptima, mejor será el valor de vibra- ción. O, por ejemplo, una superficie puede necesitar brillo es- pecular para usarla como base para circuitos impresos in- tegrados, es decir, que la pieza de trabajo se convierte en una placa. Incluso se pueden utilizar esos brillos especu- lares o marcas de micromecanizado voluntarias para crear efectos interesantes y mejorar el tan importante diseño en los productos de alta calidad. Volvamos al tema de las vibraciones, ya que no sólo originan ruido sino que, además, debido a las inter- ferencias que provocan, pueden tener un efecto ne- gativo en la vida útil del componente aislado o de todo el conjunto. Ilústrenos con un ejemplo de las di- ferencias en este sentido entre el método de meca- nizado con Microfinish y un método convencional. Pongamos, por ejemplo, una pieza ondulada con cojinete