48 MECANIZADO Fabricar un oboe implica más de cincuenta horas de tra- bajo. “Tenemos a quince empleados, incluido un operario para cada máquina Haas”, dice Philippe. “Trabajan cinco días a la semana. Aunque yo también aprendí a fabricar oboes aquí, y sé trabajar tanto con madera como con metal, lo mío es tener ‘ojo crítico’, es decir, el control de calidad: me encargo de comprobar que los instrumentos hayan quedado perfectos”. Rigoutat utiliza madera negra de Mozambique o Mada- gascar. “Tiene las mejores propiedades para el oboe; es cara, pero no demasiado. Es muy dura, tenemos que usar herramientas de mecanizado de carburo en el torno Haas. Compramos la madera en bloques alargados, que ya vie- nen cortados en el tamaño que necesitamos. Taladramos el conducto del aire por el medio y luego torneamos el exterior a mano para darles la forma básica. A continua- ción, los almacenamos durante cinco años. Así dejamos que la madera reaccione a los cambios de temperatura. Al dejarla en un sitio fijo, evitamos que se raje”. “El mecanizado de la madera es una fase crítica del pro- ceso. Si tenemos un fallo en el mecanismo, podemos cambiarlo. Pero, con la madera, un error puede echar a perder el oboe entero, y además uno no sabe que no sirve hasta que está terminado.” Tras los cinco años de envejecimiento de la madera, los operarios de mecanizado de Rigoutat usan el torno Haas TL para perfeccionar el cuerpo del oboe. “Mecanizamos los orificios de las notas y añadimos la almohadilla que permite fijar el mecanismo a la madera. El cuerpo del oboe tiene entre veinte y veintidós orificios para las notas Las máquinas 'CNC de Haas' aumentan la producción de instrumentos respetando la tradición artesanal. Se carac- terizan por tener un uso fácil, un precio asequible y facilitar el control y la manipulación de los materiales necesarios en la elaboración del oboe. y entre cincuenta y cincuenta y cinco agujeros para suje- tar la almohadilla; y un oboe ‘de conservatorio’ tiene cua- renta y cinco llaves”. La empresa usa la Haas Mini Mill para mecanizar el me- canismo a partir de una barra de plata de níquel fundida y para cortar las llaves, antes de enviarlo a un proveedor que lo platea y pule. “Es un proceso caro”, apunta Philip- pe. “Los precios de los metales preciosos han subido en los últimos años, así que reciclamos los restos de metal y los vendemos a las empresas metalúrgicas, que las mezclan con metal nuevo para mejorar las propiedades mecánicas”. Por último, un operario de acabado de Rigoutat coloca el mecanismo, los muelles y las lengüetas para completar el oboe. Aquí es cuando Rigoutat pide a músicos y profe- sores experimentados que prueben los instrumentos para profesionales y estudiantes. “Verifican la calidad de sonido y la facilidad para tocarlo”, dice Philippe, “y nos confirman si el instrumento es apto para venderse”. Real Meca S.A., la tienda de la fábrica Haas (HFO), sumi- nistró las máquinas Haas a la empresa. “Nos impresio- naron el servicio que ofrecen y la calidad de las máquinas Haas, que nos dan la precisión y la flexibilidad que nece- sitamos”, afirma Philippe. Para Philippe, el control de costes fue la razón principal para adquirir las máquinas CNC de Haas: “Nos han per- mitido reducir los costes de producción en un 20%. Pero además hemos ganado en cuestión de control de calidad e independencia, un aspecto igual de importante pero im- panorama