industria metalmecánica PPM, que tiene cuarenta fresadoras CNC y seis centros de torneado CNC Haas, está especializada en implantes de rodilla, cadera, codo, hombro y columna vertebral, entre otros. PPM no fabrica piezas estándares; los componentes producidos en las filas largas y ordenadas de máquinas contienen elementos complejos y muy precisos. “Fijémonos en este ensanchador de cadera, por ejemplo”, dice John mientras sostiene una pieza de unos 25 cm de largo con una geometría cónica dentada en un extremo que se vuelve hexagonal en el otro. “Normalmente se fabricaría en una rectificadora CNC, pero nosotros usamos la tecnología de cuarto eje y cabezal de ángulo derecho para introducir una herramienta a un ángulo y con unas rpm que nos permiten simular una aplicación de cinco ejes, con lo que podemos producir el ensanchador con una geometría que no podríamos obtener mediante una rectificadora. El resultado es un ensanchador con un diseño dentado muy afilado, que gusta mucho a los médicos porque pueden entrar y salir muy rápido, lo que reduce la duración de la cirugía”. John Phillips cuenta que la empresa no suele saber con mucha antelación qué piezas deberán fabricar ni cuándo. De ahí que la flexibilidad de las máquinas Haas sea otro factor esencial para el éxito diario del negocio. PPM ofrece hasta sesenta tamaños distintos de vástagos cónicos, por ejemplo, que se fabrican con solo pulsar un botón, en lotes de mil doscientas o mil quinientas unidades al mes. Por otro lado, la empresa también suele producir tiradas personalizadas de solo cinco, veinte o cien unidades. Los vástagos cónicos de PPM son piezas de titanio complejas realizadas en distintas máquinas Haas, en las que se llevan a cabo operaciones como aguzado angular estrecho, fresado, taladrado, roscado, torneado y brochado de hexágonos. Las cosas han cambiado mucho en el negocio que Fran Phillips abrió en el sótano de su casa en 1967. La empresa pronto empezó a crecer y de un origen modesto pasó a ser un taller con cuarenta empleados en los años setenta. Luego, un giro estratégico a principios de los ochenta dio forma a lo que acabaría siendo PPM. “En pocas palabras, entramos en la fabricación de componentes médicos y nunca miramos atrás”, resume John. “Por aquella época nadie trabajaba en el sector ortopédico, así que era una gran oportunidad para el negocio. Hoy en día, la historia es muy distinta, evidentemente. Coordinamos nuestros esfuerzos para invertir varios millones dólares