DECOLETAJE industria metalmecánica 42 En el taller, que cuenta con 18 máquinas Deco, nada distingue a la primera Deco 10, entregada en 1997, de las 3 últimas EvoDeco entregadas este año fabricadas de forma inteligente que optimicen la producción”. La empresa desarrolla y fabrica pues sus herramientas de metal duro internamente (los tratamientos se realizan a través de una red de socios regionales). Esto les permite no sólo crear unas herramientas adaptadas de forma precisa a las operaciones que se van a realizar, sino que también les ofrece la posibilidad de ser flexibles. El dominio de los procesos: el origen del éxito No basta con disponer de las mejores máquinas y mejores herramientas. En palabras del señor Arrieta: “Debemos contar con un control absoluto de todo el proceso. Por ejemplo, no es lógico ahorrar unos segundos en el tiempo de ciclo pero tener que volver a afilar las herramientas con mayor frecuencia. Lo mismo puede decirse del aceite de corte: no tiene sentido querer ahorrar en el precio del producto pero perder en vida útil de las herramientas”. Con una dilatada experiencia en mecanizado y unos am- plios conocimientos de los procesos, la empresa Krattiger se asegura de que todo el proceso resulte siempre óptimo, lo que no hace sino beneficiar enormemente a sus clientes. Calidad suiza, un término repleto de significado La empresa se enorgullece de suministrar siempre piezas de muy alta calidad y hace varios años que no registra una sola devolución. Para alcanzar ese nivel de excelencia no sólo se optimiza la producción sino que el control es parte integrante de todos los procesos. La ecuación se completa con una limpieza meticulosa y la atención al detalle hasta alcanzar la perfección. En el taller, que cuenta con 18 máquinas Deco, nada distingue a la primera Deco 10, entregada en 1997, de las 3 últimas EvoDeco entregadas este año, ya que todas están resplandecientes y como nuevas (con más razón si cabe en el caso de las EvoDeco). El señor Krattiger nos ha explicado: “El entorno de trabajo influye en la calidad de nuestra producción, pero también en la calidad de vida de nuestros empleados, y eso es muy importante”. Un triplete de competencias El presidente concluye así: “Para satisfacer a nuestros clientes, debemos poner en práctica el triplete com- puesto por el fabricante de las máquinas, nuestros socios en todos los procesos y nuestras propias competencias. Todos procedemos de la ‘misma región’, situada en el corazón de la microtécnica, hablamos el mismo ‘idioma’ y compartimos los mismos ‘genes micrónicos’; ésa es la receta del éxito que aplicamos para poder ofrecer siempre a nuestros clientes soluciones a medida”. I