Formación continua, el Hexágono Interactivo® En determinadas empresas convencionales, el personal PPL fijo y con” trienios” recibe una formación mucho más acorde con las necesidades específicas de su medio y entorno hábitat de trabajo. Por ejemplo, el operador de carretilla elevadora conoce su máquina, conoce las cargas, conoce el medio en el que se mueve, los riesgos del muelle de carga, y los tempos y urgencias que el flujo exige en determinadas circunstancias y fechas. Por otra parte este personal –mandos intermedios- conoce y sabe cómo optimizar los medios físicos, carretillas, espacios, estanterías, pasillos, naturaleza de las cargas, embalaje, paletización etc., que debe gestionar. En IFTEM utilizamos un procedimiento de soporte y seguimiento que denominamos el Hexágono Interactivo® que nos permite fijar programas y seguimiento de las personas desde el inicio de su formación a su gestión práctica en el entorno y tiempo actualizados por la formación continua impartida. 62 Es obvio que todo el campo no es orégano. Y, si bien hay loables excepciones, quedan miles de empresas donde la utilización de personal externo conduce a la incuria operativa fácilmente detectable en un análisis superficial. La formación y la deformación son palabras próximas desde el punto de vista de su prosodia, pero también de la crítica que conlleva su mención. Es frecuente que parte del tiempo que requiere un programa de formación de personal con experiencia lo dediquemos a “borrar”, a matizar, a erradicar conceptos y practicas erróneas. Nadie lleva un medidor de presión en la punta de su calzado de seguridad para medir la presión de un neumático... En algunas empresas contemplas la seguridad del personal con preocupación. Podemos preguntarnos cuál de estos dos grupos de operadores de carretillas reciben una formación más adecuada, profunda, suficiente, continuada, supervisada y finalmente eficaz para evitar los accidentes laborales y la rentabilidad de su labor presente y futura. La respuesta no es fácil, porque hay notables diferencias entre formaciones oferta- das en el mercado y los resultados que obtenemos, hay notables diferencias entre las expectativas de las personas que formamos, la respuesta es que como en botica hay de todo en todas las empresas, la diferencia estriba en el seguimiento del proceso formativo que incluya su actualización y segui- miento a lo largo de su vida laboral. Pero no debería tener cabida otra pregunta, por desgracia mucho más habitual: ¿Por qué reducir el nivel de exigencia de las formaciones del per- sonal externalizado? Si tenemos claro el impacto de este personal en nuestra cadena logística, en nuestra cadena de valor ¿porque no requerir una misma preparación? ¿Unos objetivos y conteni- dos formativos comunes? Tras los escudos de la Coordinación de Actividades Empresariales y de la titularidad del personal, empresas y operadores logísticos enfrentan eficiencia, productividad y rentabilidad, dejando de lado un elemento clave: la responsabilidad. Baja el paro, aumenta la siniestralidad Mucho habrán pensado profesionales como abogados, técnicos de prevención y responsa- bles de recursos humanos sobre las implicaciones directas de establecer unos requisitos formales u otros en el marco de los mega-contratos logísti- cos, estamos seguros de ello. Pero siempre parece olvidarse un mismo elemento: las vidas humanas. Esta misma semana se publicaban dos noticias que, como se suele decir, se entienden mejor juntas: baja el paro en el sector logístico y aumentan en 2018 los accidentes laborales (mortales y con baja) entre los trabajadores que utilizan equipos de trabajo móviles (descontando equipos de transporte de personas). Al final es bien sabido que una cadena es tan fuerte como el más débil de sus eslabones. Otro factor que a menudo se obvia, en la bús- queda de precios competitivos de los servicios logísticos, son los daños colaterales. La reducción de coste vía formación es ya un sinsentido, que se ve acrecentado cuando personal con conoci- mientos y habilidades inferiores deambula por nuestros almacenes, junto a nuestro personal, con nuestra mercancía. Sorprendería a muchos ver los distintos criterios aplicados en algunas empresas entre su personal y el de su operador logístico. Nuestra gran inquietud es ¿la entenderá un juez? ¿Será posible justificar que no reclamemos a nues- tro proveedor de servicios un cumplimiento de la normativa vigente, por lo menos, igual al nuestro? ¿Acaso se entenderá que existan “escalas” en el cumplimiento de las normas? Sólo el tiempo, y alguna que otra sentencia judicial, lo dirán. Raúl Ripoll, director general de IFTEM manutencion & almacenaje 537 FORMACIÓN DE CONDUCTORES DE CARRETILLAS Informe